En los años 60 y 70, la gran revista del espectáculo era The National Esquirer. Tan polémica como su director y fundador Lain Calder, quien recogía el mundo de la TV y el cine para transformar las página de su semanario en un gran show. Y si era posible, en un buen escándalo. Los más doctos obviamente consideraban que el medio era una basura, que no aportaba en nada a la sociedad y sólo aprovechaba los grandes eventos para generar morbo. En cambio, Calder decía que escribía lo que la audiencia quería leer y que enviar más reporteros que el Washington Post, el NYT y los Angeles Times juntos al funeral de Rock Hudson era hacer periodismo de investigación. La misma discusión se abrió ayer con la TV como protagonista de probablemente el evento más mediático en la historia de Chile. ¿Información o espectáculo?¿La fórmula de siempre o la innovación? Y las conclusiones sobre la cobertura tienen más de un matiz.
La TV chilena apuntó, en diferentes grados, al espectáculo y a su público menos crítico y más complaciente. A sus más populares rostros sumaron historias humanas, perfiles de los mineros, las emociones de los familiares y el resumen de una historia que comenzó en tragedia y terminaba en ansiedad. Esos fueron los pilares de casi todas las cadenas. Los matices estuvieron en las prioridades que cada una de las estaciones le dio a la cobertura. Mientras Mega y CHV se enfocaron en las notas humanas y en perfiles llenos de emociones –su fuerte-, Canal 13 y TVN cargaron sus armas en el análisis del rescate, la cronología del encierro y la cobertura de lo que sucedía en la mina previo al rescate. Eso sí, no dejaron de intercalar historias humanas, que de tanto repetirse perdían fuerza.
La diferencia la marcó CNN Chile. La cadena estadounidense optó por evitar una trasmisión continua y tuvo espacios especiales con noticias que nada tenían que ver con el rescate de los mineros. Es decir, mantuvieron parte de su programación. El resto de las cadenas, buscó no correr el riesgo que su audiencia huyera y no abandonaron la transmisión. Otra de las gracias de CNN es que sus notas no están musicalizadas, ni siquiera las humanas, un truco aprovechado hasta el cansancio por Canal 13, CHV y Mega y, en cierto casos, por TVN. Esto sólo muestra la debilidad de la narrativa creada para este evento.
Algunas notas internacionales hablaban del “circo mediático”. De hecho, Associated Press publicó una nota mostrando el lado B –o TV- de la transmisión, enfatizando los riesgos de la sobreexposición para los familiares y los mineros. Ayer en el campamento Esperanza había 1.500 periodistas y 150 organizaciones de noticias, todos con la ilusión de recoger la mejor historia. Pero hay que recordar que la TV es un espectáculo. Incluso en su rostro más serio, que fundamentalmente son los departamentos de prensa. Y las críticas que se le pueden hacer, deben ir en directa relación con sus objetivos: espectacularidad, masividad (rating), sentimientos y, si queda algo de tiempo, análisis.
Probablemente la mayor crítica a la transmisión de cadenas es que a diferencia del terremoto, la cobertura del rescate podía haber sido planificada con tiempo, tener expertos preparados, generar infografías de lujo, considerando marcar las diferencias con sus competidores. Y a pesar que no faltaron estos ingredientes, no fue suficiente para marcar una diferencia notoria. TVN y CHV tenía muchas notas armadas con tiempo, Mega se refugió desde un comienzo en sus periodistas en terreno y Canal 13 dejó parte de su cobertura a expertos. Pero a la hora del resumen, la mayor parte de los contenidos se repitieron y sólo a la hora de transmitir en vivo lograron ciertos grados de distancia, más por mérito de los periodistas, que de la planificación. Y eso considerando que las estaciones grandes tenían hasta medio centenar de profesionales en la zona. Al final de la noche, los expertos tomaron un rol protagónico. Canal 13 con uno en terreno y TVN en el estudio, con el hermano de André Sougarret.
Todos los estudios muestran que la TV es el medio más creíble para la gente en Chile. Sin embargo, y más allá del espectáculo, que es parte de su ADN, debe buscar nuevos formas de acercarse a su público.
«Hijo del medio», blog de Andrés Azócar
http://www.hijodelmedio.com/2010/10/la-tv-y-el-espectaculo-de-los-mineros/