Nicolás Naranjo Palacios, uno de los primeros filántropos de Vallenar

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Nació en La Serena en 1826. Sus padres fueron Rafael Naranjo y Teresa Palacios. Se casó con  Ignacia Ossa Cerda.

Estudió en el Liceo de La Serena e ingeniería en minas, como alumno destacado del sabio don Ignacio Domeyko. Trabajó en algunos establecimientos mineros; tuvo a su cargo la gerencia en las usinas de Errázuriz y Urmeneta, en Taltal; y en este cargo exploró el desierto de Atacama.

Llegó a Vallenar en 1862 para informar sobre una negociación minera, quedándose definitivamente en la ciudad.

Trabajo en los minerales de Arenillas, la Marquesa y Zapallar, para terminar siendo dueño de las ricas minas llamadas “Tunas”, donde construyó hornos de fundición. Fue dueño de minas de oro, cobre y plata, lo que le permitió ser un gran terrateniente y viajar por toda Europa.

Fue un gran filántropo y uno de los primeros hombres laboriosos y progresistas venidos a la región a impulsar la industria y fomentar la educación pública.

En 1866 fue elegido regidor de Vallenar. Luego fue electo diputado por «Vallenar», entre 1879 y 1882. Reelecto diputado propietario por «Vallenar», período 1882-1885.

Luego que ya había hecho una fortuna con los minerales, adquirió las haciendas Juntas y Armidita, las que plantó de viñedos y fabricó vino. Para ello, contrató a un vinicultor italiano, don Juan Rollando, y confió la dirección técnica y administrativa al agrónomo don Julio Figueroa, en 1882. Sus vinos fueron premiados en la Exposición de 1888 en Francia.

Realizó numerosas obras de beneficencia, pero la más importante sin duda, fue que con fecha 24 de julio de 1878 firma en la notaría la escritura pública con que don Nicolás ejecuta la compra de una propiedad que donó en el mismo acto para el Hospital de Vallenar que se llamó en primera instancia “Hospital de San Juan de Dios”.

El 2 de agosto de 1910 reunida la Junta de Beneficiencia, acuerdan darle el nombre de Nicolás Naranjo al hospital en homenaje a tan distinguido ciudadano.
Don Nicolás Naranjo Palacios dejó de existir en Vallenar, el 21 de febrero de 1896.

Foto: referencial de la época

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