La historia es la siguiente. Tiene que ver con líos legales, escrituras jurídicas, planos, concesiones entregadas, y una serie de temas de carácter administrativo, que impidieron que centenares de familias, jóvenes y turistas disfrutaran del sector de Tres Playitas.
De acuerdo a antecedentes recabados, la concesión del sector de la playa 1 del balneario, corresponde a la Federación Nacional de Trabajadores del Hierro. Concesión que en principio sólo es para que los trabajadores de la Compañía de Aceros del Pacífico (CAP), Abastecimiento de CAP, Magnaneso Atacama y sus familiares pudieran disfrutar de la playa. El problema es que esto fue entregado sin fines de lucro, y supuestamente no se habría respetado. Pero el problema no es ese, ya que va más allá. Pablo Ramírez, simple mortal de este valle, quiso tener su casa en el sector de Tres Playitas. Cuando hizo las consultas pertinentes, los concesionarios “me dijeron que estaba loco”, que no se podía. Averiguando, Ramírez llegó hasta el abogado que representaba a los dueños del terreno, que pertenece particulares (Familia Grez – Zuloaga / Virginia Otto), quien le ofreció venderle un lote de 10 hectáreas a 35 millones en la parte alta del balneario. Como no tenía el dinero, “invitamos a gente que quisiera comprar, hasta que lo hicimos. Somos 35 co-propietarios de este sector desde abril de 2008”.
LA LARGA HISTORIA
Como el problema no radica en la compra del terreno por parte de particulares, sino más bien en el por qué los concesionarios cerrarron con mallas la playa, Ramírez manifiesta que “investigando, llegamos a la determinar que estos terrenos eran de particulares y que Tres Playitas está en el sector denominado Estancia Zuleta y Ávalos. Estos terrenos los adquirieron Luis Grez y Virginia Otto, y son cerca de 16 mil hectáreas”. Señala que en 2006, un grupo español quiso comprar la estancia en más de mil millones de pesos, pero no compraron “porque encontraron asentamientos habitados como Los Toyos, Punta de Lobos, Agua de Luna y la 1era playa”, afirma Ramírez. Ahora bien, en 1968 el Fisco decretó que todas las playas son de uso público y de libre acceso, pero a esa fecha ya había muchas propiedades que llegaban al mar,por lo que a través de una ley ordenó “que todos los terrenos fiscales no podían venderse desde la línea de más alta marea y debía dejarse un espacio de terreno de playa (80 metros) desde la línea de más alta marea, que no corresponde a playa, sino a terrenos de playa”. El terreno desde los 80 metros hacia el mar es administrado por la subsecretaría de la Armada, los que puede entregar en concesión estos terrenos de playa. La estancia Zuleta y Ávalos está en el borde costero, frente a predios privados, “pero de acuerdo al reglamento de concesiones marítimas, los terrenos particulares cuyo títulos de dominio indican que limitan con el mar, no existirían terrenos de playa frente a terrenos privados, porque la playa sólo existe de día y de noche no existe (por la alta marea)”, dice Ramírez, lo que impidiría que se pueda acampar libremente en estos terrenos. Ahora, la pregunta es por qué se le entregó la concesión a la Federación del Hierro, si estos terrenos son particulares. La respuesta, es que el Fisco en 1989, “inscribió un retazo de terreno de 400 por 80 metros, y que según ellos no pertencía a nadie (pero era de los particulares Grez – Otto). De esta manera el Fisco se apropió en forma impuria de un terreno que no le pertenecía. De alllí que el Fisco entregó en concesión a la Federación de Trabajadores del Hierro el 26 de diciembre de 1989, para que formaran un camping para sus trabajadores y familias”, dice Ramírez. Un tema bastante complejo, que va más allá del pasar un rato entretenido y en familia en la playa. Actualmente se puede acceder por un costado en vehículo, pero no se puede acampar. Sólo disfrutar del agua de todos los chilenos… por ahora.
Qué dicen desde el Sindicato de Planta de Pellets
Desde el Sindicato N° 2 de Planta de Pellets, el encargado de área de camping de Tres Playitas, Leoncio Pérez, señaló que “los socios, turistas, instituciones de carácter social han sido perjudicados con esta situación”. Informó que este camping está a cargo desde años de la Federación del Hierro y lo maneja el Sindicato con apoyo de la empresa CAP.
Lo que pasó acá es que “hay una comunidad que adquirió los terrenos que están inmediatamente frente al camping, y al parecer los terrenos no fueron bien delineados, y ellos piensan que el camping también les corresponde a ellos, y argumentan que tienen todo en orden. A raíz de esto, ellos bloquearon este año la entrada al camping”.
Ellos manifiestan que la concesión está dentro de sus terrenos y colocaron una nueva barrera con candados, lo que impidió el acceso al camping, dice Pérez.
“Por esta manera se optó por no abriri el camping este verano”, y ahora para que esto funcione hay que cumplir una serie de medidas de seguridad, como salvavidas, elementos de apoyo, un botero, etc. “Pero todo se traduce a esta barrera que opone el paso. Ante esto se optó por un profesional que revise la documentación y haga un estudio para establecer quién tiene la razón” dijo Pérez.
El dilema señala el encargado del camping, está en la “delimitación de los terrenos, porque aparentemente habrían tomado más metros de lo que corresponde, pero no lo puedo asegurar, ya que también ellos podrían argumentar lo mismo con nosotros”.
“El acceso no se puede negar, porque lo puede ocupar cualquier personas, pero ya no con las comodidades que ofrecía el camping”, dijo Pérez.
Por su parte, el capitán de Puerto de Huasco, Sebastián Hererra, señaló con respecto al tema que “nosotros recíbimos la propuesta de concesión, pero este año los trabajadores de la empresa no optaron por la concesión, por lo que la playa no quedó habilitada para el baño, no obstante hay otros trámites legales en el sector que están fuera de la juridicción de la autoridad marítima, pero eso es independiente de la concesión de la playa en sí, donde el concesionario no optó a postular para playa habilitada, donde se necesitan un montón de requisitos”.
Actualmente el conflicto se está tratando con abogados, y se quiere llegar a un juicio que establezca quién tiene la razón y finalmente, a quién le corresponde por ley los terrenos. Pero, sin duda, los más afectados fueron los vecinos del Huasco.
Fuente: La Estrella del Huasco