El escritor e historiador Arturo Volantines, dentro del trabajo de investigación que realiza constantemente, dio con un notable documento histórico que contiene la arenga que dio el general Pedro León Gallo, antes de iniciarse la batalla de Cerro Grande, el 29 de abril de 1859.
Según Volantines, el escrito fue publicado en “El Cosmopolita” de La Serena por el escritor y oficial constituyente Manuel Concha y “se trata de la proclama que el general dirigió a la División Libertadora del Norte, momentos antes de la batalla de Cerro Grande; paraje, donde cientos de hijos de Atacama y Coquimbo quedaron sepultados en las laderas de aquellos cerros serenenses como testimonio y símbolo de una forma de ser en el mundo”.
Explica que la “Revolución Constituyente de 1859” unió en el combate a los pueblos del norte a partir de una visión ética del Estado y de sus relaciones con las provincias.
La oligarquía minera se opuso tenazmente a la gobernante oligarquía agraria (que conducía Manuel Montt), la cual mantenía un autoritarismo asfixiante y centralista y que subía incesantemente los aranceles a la exportación de minerales y se liberaba a sí misma de sus costes de mantener el Estado.
El patronaje minero conduciría la rebelión acompañado de los obreros de las minas, que ya se habían sublevado varias veces a comienzos del siglo XIX, y del ascendente y organizado gremio de los artesanos, convirtiéndose así esta revolución en un movimiento popular, poético y creativo.
La chispa sería la actitud ética de los diputados respecto al fraude que buscaba el Gobierno a través del ferrocarril Valparaíso-Santiago y empezaría concretamente con la toma del cuartel de policía de Copiapó.
PROCLAMA:
La arenga que el alto oficial hace a la tropa dice como sigue: “El grito de guerra ha vuelto a resonar entre nosotros. El enemigo golpea tenaz a nuestras puertas y el ruido del combate vuelve otra vez a despertar a los valientes.
“Rabioso el tirano por la vergonzosa derrota que le hicisteis sufrir el día 14 ha sentido humillarse su orgullo. Débil e imponente, pero cediendo al vértigo de su insano despecho, se ha creído poderoso y lanza sobre nosotros las viles hordas que aún sostienen su poderío.
“¡No temáis!… Así como en derredor del Sol se apuñan las nubes en un día de borrasca, así se acumulan hoy los infortunios en torno del déspota. Pronto recibirá su castigo y la historia inmortalizará vuestras hazañas en sus brillantes páginas.
“Soldados, mirad hacia delante de vosotros y veréis una multitud de pueblos que os piden justicia y libertad. Tornad la vista sobre vuestros pasos, veréis también a multitud de pueblos que han confiado su protección en vuestros brazos y que también os piden libertad. ¿Habrá algo entre vosotros que no quiera hallarse en el campo de honor? ¡No, ninguno!
¡Marchad, pues; pero tened entendido que la nación os observa para bendecir a los valientes o para lanzar su indignación y su desprecio contra los cobardes! Nada hay que detenga el paso de los libres; porque a su presencia huirán despavoridas las huestes del tirano. Vuestro General y amigo. Pedro L. Gallo”.
Arturo Volantines plantea que esta arenga al Ejército Libertador del Norte, que fue escuchada por los cientos de sus soldados y por el pueblo de La Serena antes de la batalla, “es una pieza documental que debe estar para siempre en el corazón del pueblo atacameño de las provincias del norte”.
El documento está fechado en abril de 1859, mismo mes y año en que ocurrió en enfrentamiento bélico en la zona.
Fuente: Diario El Día