The Chile Day or the Chilean Way?
Gracias a este lunes feriado tuve la oportunidad de ver los diferentes reportes periodísticos de cada uno de los canales de televisión disponible y me enteré de la visita de estado que realiza el Ministro de Hacienda de nuestro país, acompañado por lo más granado de nuestro empresariado y talvez uno que otro parlamentario, a Inglaterra, invitado por el Ministro de Hacienda de la Corona, en el marco del denominado Chile Day. Oportunidad en que nuestros gobernantes, políticos y empresarios, darán cuenta de nuestro estado financiero e intentarán realizar alguno que otro negocio, de dudosos beneficios para el bien común nacional.
Entrevistados los empresarios mostraron su alegría y orgullo por haber sido considerado, nuestro país, como la única nación sudamericana merecedora de tan magnánima invitación y que el mencionado día era una oportunidad única de demostrar nuestra estabilidad política, económica y financiera y además una excelente ocasión para realizar negocios e intercambio comercial.
Al ser consultado, el Ministro de Hacienda y los empresarios, acerca de la posibilidad de ser consultados por el Caso La Polar, la respuesta fue que se esperaba tal interrogante y que la respuesta es que se trata de un caso penal, donde un grupo de directores, analistas y consultores externos se coludieron para realizar el ilícito y, que en todo caso se trataba de un caso aislado y de impacto solo local.
Y es aquí donde comienza “the Chilean Way”. El Caso La Polar, sin desechar la necesaria acción penal para determinar si los coludidos lograban un lucro personal con el ilícito o si las ganancias obtenidas del despojo a miles de chileno iban a parar a las cuentas de utilidades que luego se repartían los accionistas de la sociedad, es necesario determinar como llegó a generarse esta situación y que fue lo que permitió su realización.
Lo importante del caso es que nuestra institucionalidad permite, ampara y promueve este tipo de actividades. En el gobierno del “Chilean Way” de Piñera se mezclan políticos y empresarios, que pasan de uno a otro lado y viceversa, sin que el servicio público sea un concepto ni una actitud que les interese.
Los conflictos de intereses, el excesivo interés por el lucro a toda costa y la falta completa de ética y moral en la actividad económica, todo esto sumado a una constitución política dictada por la dictadura y maquillada, aceptada y legitimizada por los gobiernos de la concertación ha permitido el actual estado de las instituciones de nuestra república.
Un ministro que defiende el lucro en la Educación es, al mismo tiempo, accionista de una universidad privada. Independiente que haya vendido sus acciones, ya lucró con el sistema. Y, al parecer, también habría tenido participación en acciones de La Polar.
Que un grupo de directores, analistas y consultores y auditores externos de La Polar se hayan coludido y hayan engañado al directorio y saltado todos los controles de las diversas superintendencias involucradas en el ámbito económico es una teoría que no resiste análisis y que demuestra la poca consideración acerca de la inteligencia de todas y todos lo chilenos.
Un presidente de la república que, muy suelto de cuerpo le anuncia al país que desde hoy se mejoran las pensiones de los jubilados. Hay que dejar en claro que las pensiones de los jubilados no han tenido mejora alguna, solo recibirán, con una demora que no tiene explicación ni excusa, la jubilación entera, sin descuentos. Y esa es la verdad.
Ya no es tiempo para reformas a la constitución. Es tiempo para una Asamblea Constituyente que se avoque a la redacción de una nueva constitución, escuchando e integrando lo que la civilidad está expresando en la calle, acceso garantizado a una educación pública de calidad, acceso igualitario a la salud y a la previsión social, regulación al lucro en estas actividades, igualdades de derechos de hombres y mujeres, sin importar su condición socio económica, étnica u orientación sexual, mejor distribución de la riqueza, democratizar el sistema electoral, eliminando el binominalismo y la elección directa de todas las autoridades.
Sergio Muñoz Argomedo
Vallenar, Junio 28, 2011
