En los jardines de la residencia presidencial de Cerro Castillo, el ministro de Educación, Felipe Bulnes, detalló pasadas las 18 horas de ayer la tercera propuesta del gobierno con que busca destrabar el conflicto estudiantil.
El plan -presentado en la víspera de la nueva marcha convocada para hoy por el movimiento estudiantil- había sido afinado durante toda la jornada, en la casa de descanso presidencial, por el propio Presidente Sebastián Piñera. Y según había indicado el ministro Andrés Chadwick horas antes, se trataba de «todo el esfuerzo que se puede hacer hoy en Chile» en la materia.
Una de las novedades del plan detallado por Bulnes apuntaba a modificar el sistema municipalizado de administración de la educación escolar, dejando que sólo algunos municipios mantengan el control de establecimientos, cuando éstos obtengan buenos resultados (ver claves).
Se señaló que los colegios estarán a cargo de corporaciones descentralizadas, dirigidas por profesionales seleccionados mediante el Sistema de Alta Dirección Pública e integradas por representantes de la comunidad local y del Ministerio de Educación. El proyecto de ley con estos cambios será enviado en septiembre.
Un segundo punto del plan incluye una baja desde el 5,6% a un 2% en la tasa de interés de los créditos con aval del Estado. En los días previos, el gobierno había señalado que bajaría dicha tasa a un 4%. Ayer, en cambio, el ministro argumentó que la tasa de este tipo de crédito será igual a los créditos solidarios entregados por el Estado.
Otro de los puntos informados ayer por Bulnes apuntó a un anuncio que ya había realizado el martes pasado: un «sistema combinado de becas y créditos» para beneficiar al 60% de los estudiantes más vulnerables.
La primera propuesta de La Moneda, hace dos semanas, había apuntado a garantizar la cobertura para el 40% más pobre.
Y como último punto indicó que La Moneda enviará un proyecto de ley de reforma constitucional para garantizar el derecho a una educación de calidad y otro proyecto para crear una superintendencia de educación superior que impida el lucro en esta área.
Pese a que en la oposición y dirigentes estudiantiles recibieron con escepticismo la propuesta, en La Moneda apuestan a demostrar que el gobierno ha ido cediendo a las demandas del movimiento y potenciar la idea de que el conflicto debe resolverse en el Congreso.
