Con el fin de mejorar el tratamiento de las aceitunas sajadas a través de la pasteurización, es que el proyecto “Incremento del valor agregado de la aceituna sajada como producto base para la Denominación de Origen del Valle del Huasco”, se dio a conocer en la provincia del Huasco.
El proyecto ejecutado por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA Intihuasi, con financiamiento del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) 2011 -2012 del Gobierno Regional de Atacama, nace desde el programa para definir la Denominación de Origen, D.O., del Valle del Huasco, cuyos parámetros técnicos han sido definidos por INIA Intihuasi y organizacionales por el PTI de la CORFO Huasco. Es así que se escogió a la aceituna sevillana elaboración negra sajada como el producto emblemático para potenciar la D.O.
Dicha variedad se caracteriza por requerir cantidades relativamente bajas de agua, la casi nula acción de pesticidas, y el tratamiento con fertilizantes naturales como guano y compost. Esto le da el carácter de producto orgánico, ya que no contiene aditivos ni conservantes, cualidad que, sin embargo, no garantiza la durabilidad de la aceituna sajada por más de 60 días desde que el fruto es cosechado. Francisco Tapia, director del proyecto, explica que “la idea es ampliar su durabilidad en el tiempo a un año, para así aspirar a su comercialización nacional e internacional, específicamente a países del hemisferio norte, donde se valoran más los productos orgánicos”.
Dicho objetivo se logrará a través de la pasteurización de los frutos. Para ello el equipo de trabajo implementará además el uso de energía renovable a través de paneles solares, los cuales aportarán con los 70°C necesarios para efectuar el proceso señalado. “Este plus nos permitirá desconectarnos del sistema eléctrico de las redes domiciliarias, y desarrollar así un producto más ecológico, desde la recolección de la materia prima, hasta la elaboración de la misma” señaló Tapia.
En el Valle del Huasco, INIA Intihuasi trabaja y asesora a una veintena de agroindustrias olivícolas, introduciendo y fomentando el desarrollo de bodegas para procesar los alimentos con resolución sanitaria. A través de charlas y capacitaciones el objetivo a mediano plazo es que los agricultores de la zona incorporen las técnicas y metodologías enseñadas por INIA, para luego lanzar sus productos al mercado.
