La última semana ha sido caótica para quien transite por el centro de la ciudad. La gente anda como loca buscando la última moda y el regalo perfecto para su familiar, hijo, amigo, etc. Y el atochamiento vehicular está de miedo. Más aún, si nuestras calles no están hechas para cerrarlas por un par de horas y desviar el tráfico. Mientras esto sucede, nadie informa con un letrero o «algo», que las calles se cerrarán para que la gente consuma tranquila y haga temblar sus plásticos mercantiles.

El transitar por nuestras calles es infernal. Todos de mal genio, ofertas caras, poca variedad, pascueros al peo y un calor insufrible.

Para las autoridades: El tráfico vehicular ha aumentado, no hay estacionamientos en las calles, los fiscalizadores municipales pasan partes hasta por pasar una luz verde… en fin. Una mejor planificación y mejor orden del centro sacando tanto comercio ambulante, mejoraría la experiencia del terror que es salir al centro. Es cierto, son sólo cuatro o cinco días, sin embargo, nos gustaría que esos cinco días fueron agradables, de transitar tranquilo y no andar a empujones con la bicicleta al hombro. Planifiquen en septiembre, lo que será diciembre, y no entreguen tanto permiso municipal para vender en las calles.

El Mirón