Don  Casiano:

Yo no sé si usted de verdad ayuda a la gente o sólo se dedica a agarrarnos pal chuleteo, pero estoy tan desesperado que necesito su orientación, ojalá no me agarre pal fideo, mire que la cosa es seria. Le cuento: soy un hombre de 28 años, más vallenarino que El Porroncito, trabajo de contratista en la doble vía Vallenar-La Serena, y el asunto es que con la pega uno se embrutece mucho y de vez en cuando me iba a dar su vuelta donde las chiquillas del Bar Paraíso, así pa distraer la mente. Lo que no tenía planificado, era que me enamoraría de una colombiana morocha que bailaba ahí, de esas con medidas 120-70-140 de caparazón, usted entiende. De seguro me dirá que eso es más común que el sánguche de pescao con cebollita, pero el caso es ella también me daba bola, hasta me la llevé para la casa muchas veces, onda pololos, la semana corrida y le puse pieza. El asunto es que de un día para otro se fue de vuelta a su país y me dejó una carta en que me decía que estaba embarazada de éste pechito. Ahí quedé loco, y necesito un buen consejo.

Faenero.

Mi perro flaco, me gustó su carta, de las que recibí ésta semana decidí responder la suya por varias razones. En primer lugar, porque no hace juicios moralistas sobre la forma en cómo la niña se gana el pan, si la morena se tira del caño cabeza abajo, pilucha y sin freno de mano, es para aplaudirla en realidad,  en segundo lugar, la Universidad Católica, y en tercer lugar porque usted aporta a que vamos siendo más cariñosos con la migración de negritas y negritos que viven con nosotros desde hace rato, que son los nuevos Huasquinos, y que le dan nuevos colores y sabores a éste desierto. Ahora voy a su caso. Mire, no necesito decirle de que la criatura sea suya, y es probable pero no seguro. Está bien que sea enamorado, pero no gil, ahí vea usted si se gasta unas monedas en un examen de ADN o si le lleva la criatura a su abuela pa que le ponga el timbre de agua. Ahora por su carta me tinca que a usted le interesa más la vaca que el ternero, pero debo decirle que la morocha incluye accesorio sea suyo o no y eso será forever, así que déjese de tomar caldo de cabeza y escríbale de inmediato. Resulta importante saber porqué se fue y lo dejó botao, caminando por las paredes como un loquete. Puede que la Eva morena tenga sus razones, a lo mejor la asustaron los temblores o la contaminación de Punta Alcalde, le dio frío, o usted era malo pal ring de la verdad, y eso debe ser aclarado. Capacito que hasta la guagua sea imaginaria, como en toda teleserie colombiana. Mi recomendación es la siguiente: si de verdad le interesa la chiquilla, hágale empeño, aplique feisbuk, tuiter, señales de humo, tarrito con pita, sms, guatsap, más aún, en temporada baja no sale tan caro ir a la cálida tierra de Shakira, como sabe si junto con hacer café con leche todas las noches además le sale un negrito chico bueno pa la pelota? A éste país le falta una buena cantidad de morochos para que nos dejemos de creer blancuchos, además cuando se pasee con su negra por  calle Prat todos andaremos babosos y usted se sentirá el rey de la tribu, hágame caso.

Casiano del Amor´e.

PD: Si agarro pal chuleteo a la gente, pero usted me dio penita, sépase que Casiano se ha enamorado de cuanta colombiana, dominicana y ecuatoriana ha visto bailando en los boliches locales, son artistas del amor, por eso empaticé con su caso, aunque me huele que usted es harto pasao por agua…