Cómo elegir jardín infantil para su hijo

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Una de las decisiones más complicadas para los padres es la de dejar a sus hijos e hijas al cuidado de tercero, por lo que para elegir un jardín infantil o sala cuna se requiere de gran cantidad de información, la experiencia de otras madres y padres y de la verificación en terreno de que lo que se está contratando es realmente lo que se quiere para los más pequeños de la casa.  Son varios los temas y situaciones que la familia debe tener en consideración en especial si es la primera vez a que requieren de un establecimiento de este tipo. 
En primer lugar deben velar porque las condiciones de seguridad que brinda el lugar sean las óptimas, que no existan áreas de peligro para los párvulos y que la cantidad de personal a cargo del cuidado y educación sea el acorde con la cantidad de niños y niñas que se atiende.  Para mayor seguridad, es importante que tanto las técnicos como las educadoras cuenten con el título profesional respectivo.
Otro aspecto que es necesario observar es el que el establecimiento cuente con las autorizaciones y certificados necesarios para entregar alimentación.  Esto es en extremo relevante, ya que si la autoridad sanitaria no ha autorizado o supervisado el establecimiento, este se encuentra en riesgo sanitario y por ende la salud de los niños y niñas también.
Siempre se debe tener presente que un jardín infantil o sala cuna no es sinónimo de guardería, por lo que es importante solicitar que se de cuenta del proyecto educativo con el que se trabaja, ya que esta es la edad en que los párvulos absorben mayor conocimiento y no puede ser una etapa desaprovechada en este sentido.  A la par con el proyecto educativo los padres o adultos responsables deben revisar el material didáctico con el que se trabaja, que este sea acorde con la edad del niños o niña, que esté en buenas condiciones y en cantidad suficiente para atender las demandas del nivel.

EMPADRONAMIENTO

En el caso de hijos e hijas de madres trabajadoras, la Ley de Protección a la Maternidad obliga al empleador a tener convenio con alguna sala cuna empadronada por la Junta Nacional de Jardines Infantiles.  El empadronamiento es una certificación que entrega este servicio público y que garantiza que el establecimiento particular cumple con los requisitos mínimos establecidos para garantizar un buen cuidado y educación de los niños y niñas.  Es importante señalar que el empadronamiento es una certificación voluntaria por parte de los jardines infantiles y salas cuna y que JUNJI no tiene la facultad para clausura, cerrar o sancionar a los establecimientos que no cumplen con las normas mínimas de funcionamiento.
Para Marcia Quezada Bracho, directora de JUNJI Atacama, esta elección es vital, ya que gran parte del tiempo los niños y niñas permanecen en estos recintos, por lo que para garantizar su seguridad “son los padres y madres los principales fiscalizadores de que se cumpla con los requerimientos para funcionar”.  La directora agregó que JUNJI cuenta con una Oficina de Información, reclamos y sugerencias (OIRS) especializada en orientar sobre los jardines infantiles y que a ella pueden acudir quienes estén interesados en recibir la información para tomar la decisión de elegir un establecimiento de educación parvularia para sus hijos e hijas.
La región cuenta con 29 jardines infantiles y salas cunas registradas, 13 de ellas cuentan con empadronamiento, mientras que las otras 16 no tienen esta certificación.  Los siguientes son los jardines infantiles empadronados por la JUNJI: El Trencito, Pequitas, Happy Baby, Agazzi, La Estación I y II, Bambi, Amigo Benji, Arco Iris, la Maquinita y Caramelito todos de Copiapó, mientras que en la comuna de Vallenar se encuentran empadronados: Carrusel y Jaca Ali.

Fuente: Junji Atacama

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