A tan sólo una cuadra de la calle principal de Vallenar, se encuentra parte de la historia y lo que inunda de identidad a nuestra provincia del Huasco; en calle Ramírez, antigua calle de la Concordia, en intersección con calle Brasil está ubicado el Museo del Huasco, fundado en Septiembre del año 1968, por Alfonso Sanguinetti.
Antiguamente estuvo ubicado en calle Sargento Aldea, donde estuvo a cargo de Ivo Kusmanic, pero por el poco interés que demostraba la comunidad decidió retirarse y actualmente, trabaja en el museo de Antofagasta. Nuestra galería hoy se encuentra bajo la dirección del profesor y escritor Jorge Zambra, quien junto a dos asistentes reciben cada día a quien se interese por conocer un poco más sobre la historia de la zona.
Sin embargo, la situación del museo de la Provincia del Huasco es bastante crítica, pues presentan una serie de problemáticas, aparte de experimentar el desinterés de la comunidad vallenarina. Pero estas no decaen la labor e iniciativa de quienes trabajan en él.
“Mayoritariamente, la gente que viene al museo es de afuera, por lo tanto creo que falta una educación al respecto, igualmente cada año viene uno que otro profesor, pero no como política educacional y eso es lo que falta, creo que todos los cursos deben pasar por el museo al menos una vez al año porque acá están las raíces de su tierra”, manifiesta preocupado Zambra, director del Museo del Huasco.
Al consultar a la población sobre la ubicación del museo, la gran mayoría contestó no tener conocimiento, mientras que otros aún están convencidos que todavía se encuentra en calle Sargento Aldea, lugar que les facilitó el municipio hace varios años. La municipalidad decidió cambiarlo por la construcción de la Escuela de Deportes, argumentando que su estadía en calle Ramírez sería solamente provisoria por el reducido espacio, sin embargo hace más de cinco años están situados allí, sin ninguna respuesta.
El escritor Jorge Zambra comenta que cuando asisten delegaciones de otras ciudades deben dividir los grupos, así mientras uno visita el edificio de la Universidad de Atacama o la plaza de armas, el otro puede circular dentro del museo.
“El sector donde la municipalidad nos ubicó es céntrico, pero lo que necesitamos es amplitud, porque hemos construido un museo dedicado a la provincia, de hecho deberíamos tener el doble del espacio que tenemos, porque poseemos capacidad para mostrar mucho más de la historia de nuestras raíces, pero el problema es que la gente debe circular con facilidad”, agrega lamentándose este dedicado profesor de Lenguaje.
AUTOFINANCIAMIENTO
A lo largo de la historia del Museo del Huasco, se han adquirido diversas piezas que reflejan el importante legado cultural que dejaron nuestros orígenes, pero es importante destacar que estas no llegan de forma gratuita a las manos de su director, sino que para ello se necesita dinero.
Por lo tanto, la labor por la subsistencia y abastecimiento del museo que han desarrollado desde que se creó ha sido casi personal, pues la municipalidad solo coopera con el lugar físico donde se ubica el museo y tampoco cuentan con apoyo de la Dirección de Bibliotecas Archivos y Museos (DIBAM), aparte de la escasa asistencia de público.
De esta forma, han perdido bastante material de Vallenar y los alrededores dentro de la provincia, pero lo más lamentable es que estas piezas salen a manos de particulares, que la mayoría de las veces son de afuera y no regresan nunca más a la zona.
Al respecto, Jorge Zambra manifiesta que “Tenemos el espíritu de empresa particular privada, porque no tenemos un fondo para compra cuando vienen a vendernos documentos y objetos, porque aquí la gente no regala cosas, aunque hay algunas excepciones, pero los regalos que nos llegan tienen carácter de cachureo y nosotros exhibimos antigüedades”.
BIBLIOTECA
Otro de los sueños que ronda la mente del director del museo es crear una biblioteca, ya que cuentan con materias completamente enfocadas en la investigación de la zona, como la arqueología, antropología, historia, botánica, entre otras. Además de una completa colección de Gabriela Mistral porque existe un vínculo bastante estrecho con esta autora, ya que su padre, Gerónimo Godoy Villanueva, vivió y enseño a lo largo de nuestra provincia.
Por lo tanto, es cierto que al museo de la provincia del Huasco no le va muy bien y que tiene bastantes dificultades para continuar día a día. No obstante, Jorge Zambra afirma que el mentor de su trabajo es solamente el entusiasmo, pero igualmente merecen una atención más importante.
“Siempre estamos invitando a la gente pero ellos no nos escuchan, yo invito a encontrarse con su tierra, sus antepasados, testimonios y una invitación como esa a cualquiera le llama la atención, es más, no encuentro necesaria una invitación porque este local es de ellos, es una herramienta que no están ocupando y la van a perder si no hay un cambio en el concepto de manejo de ciudad, porque las cosas se hacen cada vez más difíciles”, agrega preocupado el director del Museo del Huasco.
Fuente: La Estrella del Huasco