Hemos llegado al último mes de vacaciones y muchos estudiantes vallenarinos comienzan a arreglar sus maletas para partir a estudiar fuera de sus casas, ya que las opciones que existen en las casas de estudios establecidas en Vallenar, no cumplen con los requisitos que ellos desean o más bien, no cuentan con la carrera ‘de sus sueños’.
Constanza Morales Rodríguez es una estudiante de tan sólo 21 años, que a los 18 tuvo que dejar el núcleo de su familia vallenarina para poder emprender su rumbo como profesional, al igual como lo hizo Claudia (su hermana mayor) y lo hará su hermana menor, Fernanda de 17 años, quien anhela estudiar psicología en La Serena o Valparaíso.
“Las posibilidades de carreras que hay en las universidades de la región no me satisfacían completamente y lo que jugó a favor de Iquique, fue que es una ciudad barata para materiales, algo que me favorece mucho. Pero bueno, debo agregar que también influyó la posibilidad de poder independizarme de mi familia”, manifiesta la estudiante de Educación Parvularia y Psicopedagogía en la Universidad de Tarapacá.
Según un estudio realizado por el diario La Tercera, basándose en estadísticas de las propias universidades, reveló que un 30% de los estudiantes de regiones sale de sus hogares para continuar su educación superior, a pesar del amplio incremento de universidades privadas que se ha establecido en todas las ciudades alrededor del país.
Sin embargo, todos sabemos que salir a estudiar fuera de nuestra ciudad no es una simple decisión, ya que detrás de eso va todo un tema económico, en lo cual va incluida la alimentación, alojamiento, locomoción, pasajes de ida y vuelta hacia sus ciudades, materiales de estudio, fotocopias, entre otros gastos.
“La universidad me queda lejos, entonces debo tomar locomoción toda la semana para poder llegar, lo que al mes me sale alrededor de $12.500, sin contar los fines de semana, donde no me dejan usar el pase escolar. La pensión en este momento me cuesta 140 mil pesos sin comida, pero yo me puedo cocinar sin problema, comprando mercadería independiente eso sí, y los viajes que hago a Vallenar, en un principio gastaba como 40 mil pesos, pero ahora que tengo descuento, el pasaje ida y vuelta me cuesta 20 mil pesos”, confiesa la pequeña muchacha de 19 años.
UDA y el Centro de Formación Técnica UDA
No obstante, Vallenar no está obsoleto en sus opciones académicas, pues presenta dos instituciones aprobadas por el Ministerio de Educación para formar profesionales, estas son la Universidad de Atacama y el Centro de Formación Técnica UDA C.I.M Benjamín Teplizky, creado por la Universidad de Atacama en el año 2000.
Este último imparte dos carreras por el momento, que son Técnico Nivel Superior en Turismo de Intereses Especiales, mención Guía de Turismo, y Técnico de Nivel Superior en Agronegocios, con dos menciones: Agroindustria y por otra parte, Agricultura en Zonas Áridas. Estas carreras fueron diseñadas a través de estudios de mercado que hoy responden a los desafíos para el desarrollo sustentable de la provincia del huasco y la región de Atacama, con la participación del sector público/privado y asesores internacionales, comenta Adriana Cruz López, directora del Centro de Formación Técnica.
“Lo importante de estas carreras es generar movilidad social, y revalorizar al técnico considerando que en Chile hay un déficit de 600 mil, de esta forma las mallas responden técnicamente a los requerimientos del mercado en la formación de profesionales y para esto, contamos con la infraestructura, el terreno, equipamiento y maquinaria necesaria para nuestros alumnos… contamos con un minibús institucional para trasladar a los alumnos a terreno, tenemos maquinaria agrícola en el caso de las carreras agro y para turismo contamos con GPS, carpas, lámparas, además de laboratorios completamente equipados de microbiología, físico-química, idiomas y computación”, agregó la directora del nuevo centro técnico.
Por su parte, la Universidad de Atacama, acreditada por tres años, presenta la mayoría de los beneficios estudiantiles que ofrecen las universidades tradicionales de otras regiones, como la Beca Nuevo Milenio, Indígena, Presidente de la República, la Tarjeta Nacional Estudiantil, acceso a Bibliotecas, internet en laboratorios y Wi-Fi.
En cuanto a las carreras para este año son Administración de Empresas, Gerontología Social, Instrumentación y Automatización Industrial, Mantención de Equipos Industriales Menciones Electricidad y Mecánica, Plantas Metalúrgicas, Técnica en Asistencia Judicial y Análisis y Programación de Sistemas Computacionales.
Esta última presenta la misma base de la carrera Ingeniería en Computación que estudia el vallenarino Raúl Carrizo Carvajal en la Universidad de La Serena, sin embargo manifiesta no tener conocimiento de la existencia de esta en el establecimiento de educación superior ubicado en la ciudad.
Por lo tanto, hay una ausencia de información por parte de los jóvenes, pues tras consultar si sabían acerca de los beneficios y carreras que ofrecen las opciones que hay en la ciudad, varios manifestaron su ignorancia y desinterés, pues prefieren salir de la ciudad para crecer como profesionales.
Pero si Vallenar no tiene profesionales, no podrá surgir y es a esto a lo que apunta el nuevo Centro de Formación Técnica, a formar personas con criterio y responsabilidad para sacar adelante no solo a la ciudad, sino a la provincia.
Por lo tanto, debemos trabajar para re encantar a la población con las ofertas estudiantiles que presenta la zona, lo que amerita un trabajo externo de estas instituciones, es decir, salir de sus campus y acercarse a los vallenarinos con campañas, estrategias publicitarias con testimonios de sus mismos estudiantes, tal cual como lo hacen las universidades tradicionales que están fuera de la provincia. Porque si la comunidad no se acerca, mejor será acercarse a ella.
Fuente: La Estrella del Huasco