Una interesante presentación de su proyecto Fondart “Gente de Atacama en el Vidrio Mágico” realizó el fotógrafo Mauricio Toro Goya en la comuna de Huasco como parte de una itinerancia por diversas comunas y localidades de la región con su proyecto destinado a registrar, documentar, exhibir, publicar y presentar, a través de la fotografía, a antiguos habitantes de los pueblos más alejados de los centros urbanos de la región. Este interesante trabajo, que cuenta con el patrocinio del Museo Nacional de Bellas Artes, busca replicar los antiguos ambrotipistas itinerantes del siglo XIX a través de una cámara de dicha época, y otra de grandes dimensiones fabricada especialmente para esta propuesta. Ello para documentar, por medio de pequeñas entrevistas, a los retratados, su visión de la vida, su entorno, trabajo, y su mirada de futuro, identificando en ella su edad, origen y actividad. Este proyecto corresponde a la línea de Fomento a las Artes modalidad creación y producción del Consejo de la Cultura y las Artes, el cual fue exhibido por su creador en los mismos lugares por donde fueron tomadas las fotografías, y además cuenta con un libro que reúne los retratos realizados, entrevistas, e imágenes de contexto. Los lugares en donde se presentó esta iniciativa fueron Alto del Carmen, Huasco, Freirina, Inca de Oro, Caldera y Copiapó. La directora regional de Cultura valoró la riqueza identitaria de este trabajo señalando que “esta obra nos transporta al pasado con personajes apasionantes que son capaces de traer al presente toda la historia, las costumbres y formas de vida de quienes han vivido en Atacama en años anteriores, dándonos asimismo, una enorme oportunidad para valorar lo que hemos sido y que es necesario difundir en las actuales y nuevas generaciones. En ello hemos puesto el acento desde el Consejo de la Cultura y las Artes, porque queremos enseñar, promover y fortalecer la identidad que nos ha caracterizado como habitantes de este territorio”. “Gente de Atacama en el Vidrio Mágico” es la tercera etapa de una propuesta que ya ha tenido dos instancias anteriores financiadas por el mismo autor, y las cuales correspondieron a una investigación y aprendizaje de la técnica del ambrotipo en México, además de la construcción de una cámara gigante con la cual registrar a los protagonistas.