Tajantes fueron las conclusiones de un reciente estudio sobre la demanda energética chilena y las tendencias tecnológicas de las Energías Renovables No Convencionales (ERNC) al año 2025, desarrollado por los expertos Roberto Román y Stephen Hall.
«Bajo ningún escenario realista, se hace necesaria la presencia de los módulos –represas- de HidroAysén» indicó el académico de la Universidad de Chile, argumentando «dado que actualmente el país tiene aprobados proyectos energéticos que superan la demanda, ésta no se duplicará al 2020 como se ha planteado repetidamente en los medios y tampoco se prevén riesgos de una crisis energética»
Las proyecciones del análisis van más allá «el exceso de la capacidad de generación tendería a elevar los costos de la generación eléctrica, manteniendo a su vez los altos costos de la electricidad en el país, y disminuyendo la competitividad de Chile». Esto, porque se generaría capacidad ociosa en base a proyecciones «infladas» de la demanda, que de todas formas habría que costear.
Los profesionales destacaron el enorme potencial solar que posee nuestro país, específicamente en el desierto de Atacama, que en el corto plazo será competitivo en el mercado debido al avance tecnológico, lo que se traduce en la baja de los precios de generación de este tipo de energías, equiparándolo con los valores de las fuentes convencionales. Al ser consultado por un ejemplo concreto, el profesor Román indicó que utilizando una superficie de 20×20 km en el norte (entre Vallenar y Copiapó) se podría duplicar la generación eléctrica del Sistemas Interconectado Central
Ahora la tarea es del gobierno, pues si no hay política activa de promoción de las ERNC y la eficiencia energética, tenderán a posicionarse los proyectos que cuentan con mayor capital y menor costo de inversión como Castilla e HidroAysén, cuyos los costos sociales y ambientales los pagan los usuarios y las personas que viven en los entornos de dichos emprendimientos.