El asesino de la estudiante Cecilia Julio, Daniel Rojas Pool, rompió su silencio y envió una carta para explicar lo ocurrido la noche del 27 de noviembre de 2010, donde asegura que fue un accidente.
La misiva, enviada a la crónica de La Estrella de Antofagasta, entrega su versión y asegura que fue un atropello y posterior muerte de la universitaria.
El condenado luego de afirmar que sacó un vehículo sin permiso desde la empresa Audiocar, agregó que «me devolví rápidamente a la central a guardar el bus para que no supiera mi jefe, pero al momento de estacionar y guardar el bus tuve que subirme a la vereda para abrir el portón».
«Por la premura retrocedí rápidamente, guiándome sólo con el retrovisor derecho mientras bajaba la rampa del local. Cuando voy a medio camino veo al costado izquierdo del bus una persona que había atropellado. Me estacioné y bajé a prestarle ayuda y ahí me di cuenta que era una mujer», afirmó.
Esta versión, que nunca la hizo pública ni la defensa, ni el mismo Rojas Pool es descrita por el propio condenado como «mi verdad de los hechos». Sin embargo, los hechos probados por el Ministerio Público determinarían otra cosa.
