Una semana atípica tuvieron los poco más de nueve mil habitantes de Huasco, comuna de la Tercera Región, luego que la Comisión de Evaluación Ambiental (CEA) de Atacama rechazara la instalación de la termoeléctrica Punta Alcalde -proyecto liderado por Endesa y que requería una inversión de US$1.400 millones-, decisión que puso a la ciudad, como rara vez, en el centro de las miradas del país.
Las personas de la costera Huasco llevan una vida tranquila, aunque cada vez más su economía basada en la pesca artesanal y agricultura, especialmente olivos, fue cambiando hacia la industrialización y la minería. A 10 minutos en automóvil de la plaza de armas se encuentran la central termoeléctrica Guacolda -controlada por AES Gener- y la planta de pellets de hierro de la Compañía Minera del Pacífico (CMP, filial del Grupo CAP).
Un desarrollo industrial que ha traído beneficios económicos, aunque también, dicen los vecinos, castigó ambientalmente a la zona.
El sector de Huasco, comprendido desde el sector de Punta Alcalde hasta Carrizalillo, fue declarado como zona latente por la norma de material particulado (PM10) anual, según decretó el Ministerio del Medio Ambiente. Esto, luego de que se evaluaran las concentraciones anuales de tres años consecutivos (del 2007 al 2010) y el promedio aritmético de las mediciones dieran por resultado la condición de latencia, es decir, que las concentraciones de material particulado estarían sobre el 80% de la norma.
Por eso, Soledad Fuentealba, dirigente de la agrupación Brigada SOS Huasco, dice que la comunidad se encuentra «en alerta» ante cualquier proyecto de inversión. «Mucha gente ha asumido que debe vivir con la contaminación, tiene que aceptarla porque le da trabajo, aunque a veces eso no es tan cierto. Nosotros nos movilizamos para evitar que instalen nuevos proyectos que afecten el medio ambiente. Si las empresas verdaderamente cumplieran con la normativa, si invirtieran en tecnologías de punta, no estaríamos viviendo esto», asegura.
Tras los pasos de su vecina Freirina
Las organizaciones ciudadanas de Huasco siguieron los pasos de su localidad vecina, Freirina, que se transformó en noticia por la férrea oposición de las comunidades al funcionamiento de una planta de Agrosuper producto de la emanación de malos olores desde las instalaciones que alojaban a más de 400 mil cerdos. Fuertes protestas que obligaron a la compañía a tomar medidas de emergencia y a las autoridades a decretar, en su momento, alerta sanitaria en la zona.
«La comunidad está más empoderada, la gente está mejor informada con respecto a los proyectos instalados en la Provincia de Huasco, y se han asociado con otras comunidades que tienen en común demandas sociales y ambientales», sostiene el alcalde de Huasco, Rodrigo Loyola.
El mayor interés por las temáticas medioambientales y el impacto que tienen las actividades productivas dio paso a la creación del Movimiento Socio Ambiental Valle de Huasco. Uno de sus voceros, Yahir Rojas (23 años, profesor), cuenta que en la organización participan desde junta de vecinos, clubes deportivos hasta jardines infantiles, los cuales mediante la dinámica de asambleas toman decisiones sobre, por ejemplo, oponerse a algún proyecto que estimen perjudica a la comunidad.
Rojas, quien vive en Freirina, dice que en una asamblea ampliada han registrado asistencias por sobre las 300 personas. «Acá todas las personas participan de alguna forma, hay gente joven, pero también mayores, muchos de ellos que si no pueden ponerse en una barricada, nos ayudan llevándonos comida».
En esta organización participa también la Brigada SOS Huasco, a la que Soledad Fuentealba califica como «activistas medioambientales» que surgió en 2009 para oponerse a la central Punta Alcalde.
Wilfredo Silva, presidente de la Asociación Gremial de Pescadores de Huasco, comenta que «como comuna estamos saturados de contaminación. Tenemos una termoeléctrica con cuatro unidades, a punto de construir la quinta, tenemos CMP que produce pellet. Punta Alcalde quiere construir una termoeléctrica, pero creo que con lo que hablan las autoridades respecto al problema energético, vendrán más instancias y a la larga llegará un momento donde la aprobarán».
Añade que «más que perjudicarnos como pescadores, nos impacta como comunidad», al tiempo que recuerda que la asociación que dirige entregó la concesión marítima de Punta Alcalde al empresario de la minería del hierro Leonardo Farkas para la construcción de un puerto que le permitiera exportar el mineral.
«El (Farkas) presentó un proyecto bien bueno, que no contaminaba, entregamos la caleta, sin embargo, él vendió a Endesa para realizar una termoeléctrica. Nosotros entregamos Punta Alcalde para hacer un puerto y no una termoeléctrica», señala.
Impacto en la actividad minera
Desde la otra vereda, el rechazo en primera instancia a la termoeléctrica de Endesa puede provocar inconvenientes en la principal actividad económica de la zona: la minería.
El calendario de inversiones para los próximos años es, de hecho, nutrido. La Sociedad Nacional de Minería (Sonami) sitúa en US$100.000 millones al 2020 las inversiones que efectuarían las mineras para realizar sus proyectos, los que sumarían US$32.600 en la Región de Atacama.
En la Provincia de Huasco son principalmente cuatro las iniciativas más importantes. Una de ellas es la paralizada iniciativa de oro y cobre El Morro, controlada por Goldcorp, que estimaba una inversión de US$3.900 millones, localizándose sus faenas en Vallenar y Alto del Carmen. La Corte Suprema ratificó un fallo que revertía la aprobación de la iniciativa tras solicitud de un grupo indígena acogiéndose al Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En el Valle de Huasco la canadiense Teck espera operar la mina Relincho, que contempla una inversión de US$3.900 millones para extraer cobre y molibdeno. Hacia la cordillera de la región se trabaja en la iniciativa aurífera binacional Pascua Lama -controlada por Barrick Gold-, que necesitará de US$3.000 millones. Igual cifra es la que, según Sonami, invertirá la Compañía Minera del Pacífico (CMP ) en la zona.
Según cifras de la Sonami, la actividad minera ha sido fundamental para reducir la pobreza en la Provincia de Huasco. Así, si en Freirina un 59,9% de la población estaba en nivel de pobreza en 1992, bajó al 16,4% en 2009. A su vez, Huasco pasó de 33,6% de al 6,2% en los mismos 17 años.
¿Y qué pasa con los precios de la energía?
Punta Alcalde, dicen los expertos, era un proyecto estratégico para disminuir los precios pagados por los proyectos mineros gracias a los 740 MW de capacidad instalada con la que contaba. De acuerdo a un informe de la consultora Montamat & Asociados, si durante 2010 el precio medio spot de la energía en el Sistema Interconectado Central (SIC) rozaba los 150 US$/MWh, para el mismo periodo en Perú era de 50 US$/MWh y en Argentina alrededor de 30 US$/MWh.
En Endesa declaran que la iniciativa sería una de las centrales más eficientes del sistema eléctrico chileno y de América Latina, satisfaciendo hasta un 13% de la demanda que requiere actualmente el SIC, el que abastece a más del 90% de la población del país.
Además, Punta Alcalde contaría con domos para cubrir las dos canchas que se utilizarán para el acopio del carbón, con el objetivo de anular las emisiones de material particulado.
Consultados sobre el impacto que tendría en la calidad del aire de la comuna de construirse Punta Alcalde, en Endesa Chile sostuvieron que «a partir de los estudios de modelación de calidad del aire, el impacto en las zonas pobladas y valle del Huasco es prácticamente nulo, por lo cual, no compromete la salud de los habitantes de las zonas pobladas ni los recursos silvoagropecuarios (…) en el caso del material particulado, Punta Alcalde emitirá como máximo 27 mg/Nm3, esto es, 10% por debajo de lo exigido en la norma de emisiones».
También tendría impacto en el empleo de la zona. En su periodo de construcción, la oferta laboral directa calificada y semi-calificada de Punta Alcalde tendría un promedio de 1.000 personas mensuales, con un peak de hasta 2.200 personas al mes durante cerca de 6 meses.
En cuanto al desempleo para el trimestre móvil febrero-abril se situó en la Región de Atacama en 5%, mientras que el total nacional fue de 6,5%.
Rojas responde que «ya basta que nos pongan en esta encrucijada entre desempleo o contaminación. Queremos desarrollo, pero uno de verdad, que no afecte la calidad de vida de las personas».
«Los megaproyectos demandan mano de obra principalmente en su fase de construcción, pero ¿qué pasa después?», agrega otra de las integrantes del movimiento, Andrea Cisternas (34 años, pirquinera).
Alcalde: «Las políticas de las empresas tienen que cambiar»
«Creo que las políticas de las empresas tienen que cambiar. Las compañías tendrán que relacionarse mucho más con la comunidad, tienen que ayudar a desarrollarnos, creando una red con la comunidad. Si hablamos de la CAP que está inserta en nuestra comuna desde los 70, recién ahora está comenzando a sociabilizar con la gente.
Siempre hicieron lo que correspondía hacer según la normativa, pero de forma muy cerrada, con sus trabajadores», opina el alcalde de Huasco.
Comenta que las firmas emplazadas en la zona están preocupadas por lo que está pasando. «Ahora, dadas las condiciones de estos movimientos sociales que se han ido asociando dentro de la provincia, necesitan un diálogo más cercano con la comunidad. No solamente con los movimientos más organizados, sino que con la comunidad en general», subraya Loyola.
Sobre la opción de instalarse nuevas empresas, dice que Huasco ya está haciendo su aporte en energía, «tenemos a Guacolda que entrega energía al SIC, pero no podemos llenarnos de termoeléctricas, o si no cerramos Huasco y nos vamos todos para la casa y que sólo se desarrolle la actividad industrial».
Durante el 2011, las ventas físicas de energía de la termoeléctrica Guacolda alcanzaron un total de 4.440,0 GWh superiores en 7,3% respecto del 2010. De acuerdo a lo publicado por la firma, han invertido cerca de US$100 millones para disminuir su nivel de emisiones.
A su vez, del total de producción y compras de CMP en el 2011 fue de 12 millones 26 mil toneladas métricas, de las cuales 6 millones 708 mil toneladas métricas corresponden a producción del Valle del Huasco.
Fuente: La Segunda