Gloria Ramírez fue trasladada desde Vallenar a Santiago debido a que sufría desde hace muchos años una insuficiencia renal crónica, y sometida a tratamiento de hemodiálisis, participando en el programa de trasplante de órganos del Hospital del Salvador.
«La generosa donación de Daniela le permitió a Gloria obtener un riñón y se está recuperando en forma muy satisfactoria de su intervención, está orinando, ya no necesita seguir con su tratamiento de diálisis y tenemos mucha esperanza, de que aquí a 10 días ella pueda ser dada de alta y quedar algunos días en Santiago para ajustar su tratamiento inmunosupresor y partir de vuelta a Vallenar. Ella es viuda y apoya a uno de sus tres hijos trabajando en un local comercial, y su familia anhela tenerla de vuelta y pueda seguir haciendo una vida normal», expresó el ministro Mañalich.
El secretario de Estado expresó que la única esperanza para las personas que están esperando un órgano «son gestos generosos como el de Daniela y su familia, y la clave para nosotros no está en una ley, está en lo que la Fundación Deportistas por un Sueño ha descubierto, con tanta genialidad, esa expresión: ‘Soy donante y mi familia lo sabe'».
«En el caso de Daniela en particular su familia, sus padres, recuerdan claramente que ella les manifestó en una conversación casual su voluntad de ser donante, y eso los alivió a ellos en el momento de tomar la decisión cuando se les preguntó que Daniela fuera donante de órganos», dijo.
«Y a través de este acto de generosidad de Daniela, le entregó nueva vida a Gloria Ramírez, dándole un riñón; un riñón e hígado a otro paciente, y el trasplante que conocemos de Trinidad (Gelfenstein), a quien le entregó su corazón y sus pulmones para darle una nueva esperanza en una cirugía que era extraordinariamente compleja, y uno tiene que ser humilde y reconocer que también la medicina tiene límites», dijo el ministro.
Fuente: diarioladiscusion.cl. Foto: refrencial