Todos, quienes alguna vez cuando niños pasamos a jugar a la plazoleta 11 de septiembre en población Quinta Valle no evitamos la tentación y nos subimos a jugar y manejar nuestro sueños infantiles, al emblema de aquella plaza: la retroexcavadora.
Hoy y con la construcción de un nuevo parque que se están realizando en dicho sector, los vecinos y niños (ahora adultos), se preguntan qué pasará con aquella emblemática maquinaria.
Hoy la mayor parte de aquel parque ya está en el suelo. El morro de pasto, tradicional lugar de citas amorosas, los juegos infantiles, la pequeña cancha de fútbol, donde se desarrollaban interminables partidos, ya no estarán, pero los vecinos guardaran con nostalgia lo recuerdos de un parque que los acompañó durante toda una vida.
Miles de jóvenes, adultos y niños “acortaron” camino por el parque cuando se trasladaban para llegar hasta el deportivo Algarrobo a defender los colores de su club de fútbol dominguero; miles de niños recordarán sus circuitos ciclísticos, o sólo guardaran el recuerdo de aquel primer beso que se dieron en el lugar.
Hoy desde esta tribuna, esperamos que el único recuerdo tangible que quedará de aquel parque, sea rescatado y resguardado; y a los que alguna vez jugaron en aquel parque, esperamos que los recuerdos hayan sido gratos. Un humilde tributo a los recuerdos infantiles del sector.