El Senador de Renovación Nacional (RN) por la Región de Atacama, Baldo Prokurica, salió al paso de las interrogantes de diversos dirigentes de los funcionarios públicos de la región, por la ausencia de la firma del parlamentario RN en el protocolo de acuerdo entre el Gobierno Regional y los trabajadores de la Mesa del Sector Público de Atacama; documento con el que los trabajadores depusieron la paralización, dando inicio a una mesa negociadora donde participarían representantes de los funcionarios públicos, autoridades regionales y del gobierno central.
“A pesar que he sido uno de los que desde el principio, he estado apoyando la declaración de Zona Estratégica de Atacama –porque creo que es un movimiento justo de los funcionarios públicos-, participé en los actos que se realizaron en Chañaral, Caldera y Copiapó con los funcionarios que salieron a marchar; sin embargo cuando se firmó el protocolo con el Intendente y las autoridades regionales, nadie me invitó a participar en ello”, indicó Prokurica.
De la misma forma, el Senador RN por Atacama agregó que “por eso hoy algunas personas están preguntando porque no aparece mi firma en el documento… cada vez que se me invitó estuve apoyando este movimiento, pero sin embargo cuando se firmó el protocolo, ni lo organizadores, ni nadie me invitó a firmarlo”.
En la misma línea, Prokurica recordó que “el año pasado –durante mi gobierno-, también firme el documento –al igual que el Intendente Regional de la época y todos los parlamentarios-, junto con conseguir dos entrevista con el entonces Ministro del Interior –Andrés Chadwick-, y además de realizar una intervención en la Sala del Senado –hace solo algunos días-, pidiendo se oficiara a la Presidenta de la República –Michelle Bachelet-, para que accediera a la declaración de la Región de Atacama como Zona Estratégica.
Prokurica agregó que cerca de 13 mil funcionarios públicos de la región de Atacama mantuvieron un paro indefinido de actividades –que se prolongó por cinco días-, esto debido al nulo avance en la concreción de que se considere a la Región de Atacama como zona extrema o estratégica, situación que redundaría en un bono en los sueldos de los trabajadores que paliaría en parte los altos costos de la vida que se tienen en Atacama.
