Baldo es un Crá. Por lo de Crack, en la jerga futbolera. La preclaridad de sus decisiones el año pasado, al no repostular al Senado, en lo que habría sido una carrera ganada, lo elevan a esa categoría. Ser parlamentario en estos tiempos de exposición mortal e inquisición brutal en las redes sociales, no es redituable, no al menos para alguien que cultiva una figura como la que ha sabido generar en estos años de carrera política. Baldo va más allá de lo evidente, como cuando presentó junto al Senador Horvath un proyecto de ley para prohibir que se arrojasen relaves mineros al mar, evidenciando con ello una actual situación de permisibilidad, que a la luz de las normas y los Tratados Internacionales vigentes ya se encontraría prohibida, pero como Chile es Chile, (y así como se dictó una Ley para prohibir el lucro en la educación cuando la normativa vigente ya lo prohibía), Baldo y su proyecto terminaron por hacer notar que los relaves mineros que la empresa Cap arroja hasta este mismo instante en Huasco, están correctamente autorizados por la ley. Por eso es un Crá, y porque gracias a dios nos ha evitado como atacameños los bochornosos episodios que los parlamentarios de Chile Vamos han ofrecido al país con sus boletas truchas y sus comentarios misóginos y homofóbicos. La seriedad del Senador se agradece, y no lo digo cínicamente. Más allá de sus peleas mediáticas con el Alcalde de Huasco por el Hospital y que algo de sazón le pusieron a la aburridísima agenda política regional, debe ser uno de los Ministros recién anunciados que menos resistencia genera en su cartera.
Baldo es un abogado de una zona minera con una larga trayectoria en el Parlamento viendo estos temas, y al observar la votación obtenida por Piñera en Atacama, comprendemos el grado de expectativa ciudadana y las ansias por volver a la fiebre del cobre de hace 4 años atrás. Este Baldo impecable y pronto a ser ungido, calza como una excelente señal de que volveremos a sacar con pala nuestro mineral rojo y que, sin el más mínimo sentido del decoro, las calles de Copiapó se abrirán como grandes alamedas por donde pará el minero libre en busca de los cafés con piernas montados en sus camionetas monstruosas del año. Los pleitos con Bienes nacionales por Caleta Chañaral pasarán csilenciosos ante los líos del sobrino narco de Hernán Larraín y sus defensas al pedófilo alemán Paul Schaeffer, la inexperiencia en materias ambientales de Marcela Cubillos y la nula trayectoria de la Ministra de Cultura. Nos libramos de Felipe Ward en la senatorial, pero lo tendremos que bancar como Ministro de la cartera más negligente del país como ha sido históricamente Bienes Nacionales. Su gestión en todo caso, no podrá ser peor que sus tweets contra ley de aborto en tres causales. La Ministra de deportes, ya antes de asumir, comenzó con el lobby para su propia consultora. Que para ella vendrán tiempos mejores, qué duda cabe.
¿Será necesario pronunciarse de la bipolaridad que exhibirá el Ministerio de la Mujer pasando desde el feminismo victimista de Claudia Pascual haciala insufrible indignidad machista de la señora Plá? No me extrañaría que desde el Ministerio de la Mujer se dicte un instructivo creado por Katty Barriga para enseñarle a la señora Juanita a maquillarse y ocultar las golpizas que le da su marido, o como tips para compatibilizar roles de madre y dueña de casa con el empleo independiente. Lo de los piropos es lo de menos, esperen y verán.
Buena parte de esta cuenta por el Gabinete Ultra, hay que pasársela a ese mundo “progre” que quiso forzar cambios sociales, antes que buscar introducirlos a través de un proceso de reflexión social. Si gana una derecha que nos trae un gabinete ultra conservador, donde el Ministro de mayor sobriedad parece ser nuestro propio Baldo, no solo es culpa del electorado cabeza dura del Frente Amplio, sino que obedece a una clase media cansada, por ejemplo, de cuestiones como que desde el Ministerio de la mujer de Claudia Pascual se estigmatice al hombre como un saco violento de testosterona al que basta una denuncia para condenar, o que se impartan directrices de cómo vestir a las guaguas para no asignar roles de género. La molestia que provoca escuchar a una Beatriz Sánchez con un discurso (o discursa?) feminista facilista, asilvestrado e incompetente, enmarcado en los vericuetos indignos del denominado “lenguaje inclusivo” de las muchas y muchos y todas y todos, que exige desde el victimismo “cuotas” de acceso a las mujeres, como si se tratase de seres inferiores que deben ser sujetos de protección. Inclusive la corriente vegana y animalista que te estropea los asados del viernes, habrá hecho que más de algún cabeza de pistola se levantara a votar en contra de la llegada de los “progres” (que irían a permear la NM si ganaba el soporífero Guillier), para que regresara el diablo conocido con los chistes fomes de Checho Hirane, y nos dejen comer un choripan sin hacernos sentir como asesinos, o degenerados abusadores si se nos quedan pegadas las pupilas en un escote generoso. Y ojo, que esto va para largo. No se extrañe el mundo humanista y liberal si terminamos con el emperador Kast con la banda presidencial atravesada en 4 años más.
Y a nivel Provincial, ¿qué nos espera? Todo apunta a que el asesor parlamentario y chofer personal del Senador Prokurica podría terminar de Gobernador. Aunque Patricio Urquieta, el abogado y ex Seremi del Trabajo, de mayor sobriedad y con oficio conocido, sería la carta natural para un gobierno provincial verdaderamente serio. El resto, cartas añejas que cantan el patito chiquito. Pero no habría que extrañarse de reencontrarnos con un Flores o una Berta Torres, mal que mal, es otro gobierno de Piñera, y mientras él se hace el vivo, al resto nos corresponde hacernos los lesos. ¿No era ese el chiste?

AUTOR: Charly M. Purple.

Es el seudónimo como escritor del abogado huasquino Carlo Mora (Magister © Derecho), litigante de causas sociales y ambientales en la provincia, y como escritor debutó este año con la novela Cocinando con Caníbales y próximamente estrenará Los Vampiros del Huasco, novela con que ganó un Fondart.