Escasas precipitaciones hacen inviable fenómeno del desierto florido este año

Print Friendly, PDF & Email
Share Button

Una mala noticia entregó la Corporación Nacional Forestal (Conaf) a los amantes de la naturaleza: el llamado desierto florido, que maravilló a miles de personas en 2017, no se repetirá esta temporada por las escasas precipitaciones y las bajas temperaturas registradas en la Región de Atacama.
El director regional de la Conaf, Héctor Soto, explicó que como mínimo se necesitan 15 mm de lluvias y en la provincia de Copiapó aún no hay precipitaciones. Además, las bajas temperaturas en la provincia del Huasco impiden que las semillas puedan germinar.
Soto lamentó la situación, pues el año pasado se registró un récord de visitas al Parque Nacional Llanos de Challe, en Huasco, con 12 mil turistas, solo entre agosto y octubre. En un año normal, explica Soto, son cerca de siete mil los visitantes.
En tanto, el museólogo e investigador del desierto florido, Raúl Céspedes, sentenció que prácticamente no hay ninguna posibilidad de que el fenómeno se repita y que solamente habría una leve floración en el sector costero de Caldera, por la humedad del lugar generada por la neblina costera.
A nivel regional también existe preocupación, porque podría ser un golpe al sector turismo, ya que en 2017 un total de 60 mil personas llegaron hasta Atacama durante los tres meses que se extendió el fenómeno, para ver las «alfombras de flores» concentradas en Freirina, Huasco, Copiapó y Vallenar.
Los paños de colores generaron tal interés nacional e internacional que produjeron ganancias a la región por cerca de $3.000 millones, por concepto de consumo de los turistas nacionales y extranjeros.
El presidente de la Asociación de Turismo de Atacama, Ercio Mettifogo, quien mostró su preocupación por la situación, comentó que la temporada anterior fue única por la cantidad de personas y resaltó que los operadores están vendiendo otros atractivos de la zona a pesar de que han recibido llamados de extranjeros para consultar «si habrán flores este año».
«Estamos buscando actividades para promocionar, como deportes en las dunas. Ahora no tenemos el atractivo de las flores y también tenemos la cordillera con los caminos bloqueados», analizó.
El fenómeno se ha registrado 11 veces entre 1983 y 2017. Cuando explota se contabilizan 200 especies, entre las que destacan los «suspiros de campo» (blancas, celestes y azules), «patas de guanaco» (fucsia), «añañucas» (amarillas), «cebollines» (blancas), «malvillas» (rosadas y celestes), «terciopelos» (amarillas y rojas), entre otras.
Pese a la ausencia de flores, se inició un proyecto para declarar zona protegida al desierto florido. El plan, que está a cargo de la Conaf, pretende otorgar poder legal, protección al territorio y sus especies de conservación.

 

Fuente: El Mercurio

Share Button
:: Articulo visto 2 veces ::

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *