Entre los antiguos futbolistas de Vallenar, no hay opiniones divergentespara definir al mejor de todos los tiempos: Daniel Esteban Barrios Zapata, por su tremenda habilidad con el balón en los pies. Dicen que fue un adelantado en el tiempo como lateral derecho. Tenía fuelle para subir y bajar todo el partido, en épocas cuando los laterales no cruzaban la mitad de la cancha.
El ”Carreta”, apodo que heredó de su padre, acaba de cumplir 80 años de edad. Nació el 19 de junio de 1943 en la localidad de Llanta (Potrerillos). Cuando apenas tenía 3 años, su padre decidió trasladarse con toda su familia a vivir en la hacienda Compañía de Vallenar, llegando a la casa de un pariente suyo. En ese tiempo, estaba casado con la señora Aída Álvarez, con la cual procreó cinco hijos: Cristina, Daniel, Rosa, Brenda y Paola.
Después de cumplir con el servicio militar obligatorio en la ciudad de Iquique, regresó a Vallenar y se inscribió en el club deportivo “Arco Iris”, siendo además seleccionado juvenil de esta ciudad.
En 1963 ingresó a laborar como palero en las faenas de la mina Algarrobo, perteneciente a la empresa CAP, pasando por ende a integrar el seleccionado algarrobino y como tal recorrió gran parte del norte, provocando el asombro de los espectadores que lo veían jugar y alababan su calidad. Los ecos de su vistoso juego no tardaron en llegar a la capital, donde incluso las revistas deportivas “Estadio” y “Gol y Gol” lo destacaron en sendas crónicas calificándolo como “el diamante nortino”, destacando su habilidad con el balón en los pies.
Por lo tanto, no extrañó que muy pronto surgiera el interés de los dirigentes de equipos profesionales por llevarlo a sus filas, entre estos Wanderers, Audax Italiano y el mismo Colo Colo que le ofrecían contrato de inmediato, pero las cifras que se pagaban en esos años no eran muy rentables para él, que ya tenía familia, y más le convenía seguir trabajando en la CAP.
Conocida su capacidad futbolística como lateral derecho no solo en el norte, sino también en la Capital, en 1966 fue incorporado al seleccionado nacional que participó en un Sudamericano Amateur desarrollado en Colombia. “Mi ídolo era el ´Fifo´ Eyzaguirre, yo tenía un juego similar al suyo, porque corría toda la franja y llegaba arriba a centrar, en una época en que no era habitual que los laterales subieran como punteros. En ese tiempo tenía fuelle para subir y bajar”, comenta sobre su juego.
En 1973 volvió a Vallenar, luego de laborar y jugar por la Mina “Exótica” de Chuquicamata. En su tierra natal defendió como delantero los equipos de “Mirador”, “Enami” y “Unión Mercado”, este último en la serie viejos cracks, en el cual jugó hasta que cumplió 60 años de edad, retirándose anticipadamente debido a problemas de salud que estuvieron a punto de terminar con una de sus piernas amputadas, además de sufrir dos accidentes vasculares. (Sergio Zarricueta Astorga)