Con 72 años a cuestas, Carlos Herrera Rodríguez continúa estando ligado en forma fiel y constante con los colores de su querido club Unión Gómez al que se incorporó cuando jugaban como local en las canchas donde hoy existe la villa Diego Portales.
“Empecé tarde a jugar, cerca de los quince años, porque tuve un problema de salud: se me reventaron los oídos cuando niño e, incluso, pensaba que nunca iba a poder jugar al fútbol. Podría decir que recién empecé a jugar cuando entré a estudiar en la Escuela Industrial e integré el equipo B de ese colegio en la competencia de Ascenso de la Asociación Vallenar. Cuando terminé el cuarto medio volví a Unión Gómez”.
Nacido en Vallenar el 6 de marzo de 1951, acota que fue entre 1971 y 1972 cuando se produjo el retorno a su casa deportiva, donde empezó jugando de central, pero su padre -encargado del club- lo convirtió encentrodelantero. “Él tenía buena visión para captar las capacidades de cada jugador y ubicarlos donde rindieran más dentro de la cancha. Fueron los tiempos gloriosos del equipo, salimos campeones consecutivamente como cinco o seis veces”.
-¿Algún campeonato que recuerde en especial?
“Entre los años 1972 y 1973 disputamos una final con el Ferro en el Estadio Municipal y les ganamos. No me voy a olvidar nunca de esa final. Fue emocionante, la población Gómez quedó vacía, porque todos los vecinos estaban en el estadio apoyándonos. Yo era el centrodelantero del equipo e hice un gol olímpico que sirvió para ganar 3 a 2. En ese equipo estaban Raúl Santibáñez, Oscar Bordones, José Varas, Daniel Herrera, Iván Barrera, Mario Roas y el ´Chico´ Tapia. Esto tiene que haber sido entre los años 1972 y 1973”.
-Entremedio jugó en la Asociación Minera Algarrobo.
“Eso fue en 1975. Claro que ahí llegué por pega y altiro me pusieron entre la espada y la pared: “Firma por Electro o se va”, me dijeron. Lo entregué todo por el club, sobre todo en las olimpiadas, participando en todas las disciplinas deportivas, menos ajedrez. Eso me valió ser elegido el Mejor Deportista Olímpico de 1976. Ese año salimos campeones, porque teníamos buena gente en todos los deportes. De ahí, volví a Unión Gómez, con la misión cumplida, así es que ya no me pusieron más problemas en la pega”.
Cuando cumplió los 38 años, Carlos seinscribió en Estrella del Huasco para jugar en el torneo de los seniors, porque Unión Gómez todavía no creaba esa categoría. “También les entregué mucho, conseguimos varios títulos y fui goleador, estuve alrededor de cinco años en ese club. Después volví a Unión Gómez”.
¿Ha conseguido títulos Unión Gómez en el fútbol seniors?
“Lamentablemente, no. Hemos alcanzado varios segundos lugares sí, hasta ahí no más hemos llegado. Pero, cuando estuvimos en la serie B salimos campeones y subimos a la serie A. Esa vez salí goleador un año junto con Segundo Ángel”.
-¿Algún gol que permanezca inolvidable en su memoria?
“El que hice a los dueños de casa en el Nacional de Calama (1976) y que significó el 5-4 del triunfo. Ese gol no lo voy a olvidar nunca porque fue una inspiración del momento. El partido ya estaba terminando, faltaban no más de dos minutos de juego. Cuando nos empataron a cuatro, partimos de inmediato, me hicieron el pase, miré al arqueroy me di cuenta que estaba adelantado, así es que desde ahí mismo, mitad de cancha, le pegué a la pelota… fue un golazo. Hasta los viejos de la barra se metieron a la cancha a celebrar con nosotros. Ese gol nos permitió pasar a la final que no pude jugar porque tuve una lesión en el pie. Me querían hacer jugar infiltrado, pero dije no; total, había más jugadores disponibles”.
Actualmente, Carlos Herrera ya no viste de corto, pero cada domingo es infaltable su presencia al borde de la cancha en el complejo deportivo de “Cuatro Palomas” como técnico del equipo de su amado Unión Gómez, aportando su experiencia y sabiduría adquirida como uno de los ilustres jugadores de fútbol surgidos en Vallenar.
