7,3% de atacameños son indigentes y viven con $1.069 diarios

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A la luz de los datos obtenidos de la última Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN), y con cifras que indican un aumento del 6,9% del nivel de pobreza en Atacama, el Departamento de Estudios y Políticas Regionales de CORPROA analizó las cifras y explicó los diferentes factores que intervienen en este tipo de mediciones. La siguiente entrevista fue realizada a María Paz Larroulete, Jefe Depto. Estudios y,Políticas Regionales, CORPROA.

¿Cómo evalúa el Departamento de Estudios de CORPROA el resultado que la Región de Atacama obtuvo en la última encuesta Casen?
Claramente, la Región ha mostrado un retroceso respecto de la medición realizada en el año 2006, ya que el nivel de pobreza aumentó de 10,5% en dicho periodo a 17,4% en el año 2009, lo que significa que hoy un 6,9% más de la población se encuentra en situación de pobreza. Lo preocupante de esta situación radica en que el mayor aumento se observó en la población indigente, puesto que ésta se incrementó de un 2,8% en 2006 a un 7,3% en 2009.
Ahora bien estas cifras por si solas no nos permiten evidenciar la real magnitud del problema. Sin embargo al revisar información publicada por el Instituto nacional de Estadísticas, se puede observar que en el periodo en que fue tomada la encuesta la población total de la región era de 279.218 habitantes, lo que quiere decir que había en ese momento 48.584 personas en situación de pobreza de las cuales 20.383 se encontraban por debajo de la línea de la indigencia.

¿Existe alguna relación entre el desempleo y la pobreza existente en la Región?
En este momento sería muy apresurado decir si existe o no relación entre ambos indicadores. Esto, debido a que ambas cifras se miden de distinta manera y la muestra a la cual se le aplica la encuesta también es diferente. Un ejemplo de esto es la importante brecha que mostró el desempleo en la CASEN del año 2006. De acuerdo a ésta, el porcentaje de desocupación en la región era de 6,5% en el trimestre octubre-diciembre de ese año, sin embargo el INE para ese mismo trimestre calculó que el desempleo era de 8,4%. Ahora si revisamos la evolución del desempleo en Atacama de acuerdo a la Encuesta Nacional de Empleo (ENE), que fue el instrumento con el cual se midió el empleo hasta el trimestre febrero-abril 2010, claramente se observa una disminución en el indicador para el trimestre móvil octubre diciembre, que en el año 2009 alcanzó un 5%. (Ver gráfico)

¿Qué opina del crecimiento económico de la Región, lo relacionaría con la pobreza?
El crecimiento en la Región mostró un fuerte retroceso desde el año 2006, explicado principalmente por la crisis financiera que afectó especialmente a la minería por una disminución de la demanda externa de cobre y la consiguiente baja en el precio del metal. Es posible pensar que hasta cierto punto el nivel de pobreza pudiera ser atribuible a la caída en el crecimiento, sin embargo creemos que existen otras variables que afectaron el resultado de este indicador. Por ejemplo el aumento en el precio de los alimentos, bienes que son necesarios o básicos y que por lo tanto tienen un comportamiento inelástico. Las personas los siguen comprando aunque estos suban de precio. Claramente esta situación tiene un impacto negativo en el ingreso de los hogares y en la pérdida de poder adquisitivo. Lamentablemente, no existe disponibilidad de series de precios regionales para poder hacer una comparación y así cuantificar el real efecto que estos incrementos han tenido en el bienestar de los hogares.
Por otro lado, en nuestro país no existe una política de reajuste de salarios que sea transversal, a excepción del salario mínimo, el que por ley se reajusta todos los años, por lo general los sueldos se mantienen invariables, situación que hace disminuir el presupuesto de una familia ante aumentos de precios de bienes necesarios.

¿Qué opina acerca de la evolución que ha mostrado el ingreso promedio de los hogares?
 Hace una semana, el INE publicó los resultados de la Encuesta Suplementaria de Ingresos (ESI) 2009. De acuerdo a ésta, el ingreso medio de los hogares en Atacama es de $643.100. Es importante destacar que el tamaño promedio de un Hogar en esta región es de 3,5 personas y por lo tanto el ingreso medio per cápita alcanza a $181.900 aproximadamente.  Al revisar cifras de años anteriores se puede observar que, a excepción del año 2008, el ingreso medio tanto de los hogares como el per cápita se ha incrementado. Entre los años 2006 y 2009 el ingreso medio de los hogares creció un 27,7% mientas que el ingreso promedio per cápita lo hizo en un 36,2%.
En relación a lo anterior, es importante destacar que el tamaño medio de los hogares en Atacama ha disminuido y mientras que en el año 2006 el hogar promedio se constituía por 3,8 personas, en el año 2009 estaba compuesto de 3,5. Esta variable ha sido en parte la razón del aumento más que proporcional del ingreso medio per cápita.

 ¿Qué otras variables considera, como Departamento de Estudios de CORPROA, importantes de mencionar y que tienen relación con la calidad de vida de los habitantes de Atacama?
Existen múltiples variables que nos permiten comprender la situación de los habitantes de nuestra región. Lamentablemente, al relacionarlas existe un sesgo de error, debido principalmente a que cada una es medida con distintos instrumentos, en distintos momentos y por periodos heterogéneos. Además, la disponibilidad de información  es limitada y por ejemplo a una semana de publicada la CASEN, aún no se han entregado los demás resultados para realizar análisis más profundos. Sin embargo, y a pesar de lo anterior, es importante conocer cifras como por ejemplo el porcentaje de habitantes por tipo de vivienda, situación que permite interpretar el bienestar de la población.

¿Qué conclusiones podemos obtener del análisis anteriormente realizado?
Los resultados de la encuesta CASEN 2009 nos revelaron que lamentablemente la pobreza revirtió su tendencia a la disminución que había presentado desde que Mideplan – antes Odeplan- comenzó a medirla en 1987, y que por primera vez aumentó 1.4 puntos porcentuales, revelando que el 15,1% de la población del país se encuentra bajo la línea de la pobreza, es decir, vive con $2.138 diarios ($64.134 mensuales). De la misma manera, aunque en menor medida, también aumento el porcentaje de indigentes (de 3,2% a 3,7%).

Dentro de este amargo contexto, el panorama que presenta nuestra región es desalentador, respecto a la anterior medición entregada en 2006, y es que Atacama –con 17.4%-  es la quinta región con mayor pobreza a nivel país, y la región más pobre en la zona norte. Su alza de 6.9% la ubica como la segunda región que más aumentó en el número de personas pobres (ubicada sólo detrás de la Región de la Araucanía que aumentó en 7%). Ubicándose casi 2 puntos porcentuales por sobre el promedio país.
Peor aún es el aumento en el índice de indigencia, en el cual ocupa el primer puesto, pasando de 2.8% en el 2006 a un triste 7.3% en el 2009. Alcanzando con ello el segundo lugar de las regiones con mayor porcentaje de población indigente en Chile (es decir, que vive con $32.067 mensuales, o sea $1.069 diarios). Situándose 3.6 puntos porcentuales por sobre el promedio nacional.
Al observar estas cifras rojas, no debemos olvidar que el fenómeno de la pobreza, además de ser dinámica -es decir, tiene un gran dinamismo en su entrada y salida, así los hogares que hoy son pobres, tal vez no lo sean mañana y viceversa- es multicausal, por ello se entiende, que son numerosas las variables que la explican, no sólo variables de índole económico, sino que también aquellas relacionadas con educación, salud, vivienda, participación, conectividad, entre otras.
Por lo tanto, al pensar en las prácticas para combatir la pobreza en la región, y lograr disminuir el porcentaje de personas que viven en ella, las políticas públicas, creadas desde el Estado, y las medidas tomadas desde el sector privado, éstas deben orientarse con este foco, pensando siempre en empoderar a las familias a través de una educación de calidad y empleos dignos, políticas que vayan desplazando el asistencialismo observado hasta hoy en las medidas que se han tomado para enfrentar un mal que nos aqueja fuertemente como país.

FUENTE: Departamento de Estudios y Políticas Regionales CORPROA
ANALISTAS: María Paz Larroulet, / Ximena Monardes

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