Como cada 31 de Diciembre, la mayoría de l@s chilen@s nos reunimos con la familia o con los amigos, para festejar al nuevo año. Sin dudas para muchos esta fecha es la ocasión propicia para el reencuentro y para otros un momento para realizar un llamado a la reflexión. Pero sea cual sea lo opción que mejor nos represente, en lo que todos estamos de acuerdo, es que esta fecha es un momento para festejar el final del año y el nacimiento de un nuevo año que trae consigo la esperanza de un nuevo amanecer.
En esta festividad antigua para el mundo, fueron los babilonios los primeros en celebrar este nuevo ciclo de vida hace ya 4.000 años atrás, serán sin dudas las tradiciones, las cábalas y rituales que cada uno en su núcleo intimo realizara, las invitadas de honor junto a la champaña, los fuegos artificiales y la felicidad por lo que se logro y la perseverancia si los propósitos no se concretaron, las encargadas de dar comienzo al jolgorio.
Las cábalas o rituales que se realizan en todas las latitudes de esta gran casa llamada tierra, no tienen otro significado que el de atraer las energías positivas, para el año que se inicia. Entre las cábalas chilenas más frecuentes están:
Poner un anillo de oro en la copa de champaña con la que se hará el brindis, con lo que se asegura no faltara el dinero.
Recibir el año con dinero en los zapatos con lo que se dice asegurar prosperidad económica.
Comer una cucharada de lentejas cocidas para asegurar prosperidad
Sacra las maletas a la calle y dar la vuelta a la manzana para asegurar muchos viajes
Comer uvas la tradición indica que en el sitio que ocupa cada comensal se coloca previamente un pequeño frutero con 12 uvas y, de acuerdo con el ritual, se debe comer una uva por cada una de las 12 campanadas del reloj. Idealmente seis verdes y seis moradas. Lo que se dice asegura que los anhelos y aspiraciones se hagan realidad
Para l@s que buscan matrimonio se recomienda sentarse y volverse a parar con cada una de las doce campanadas.
Para tener mucha ropa nueva, se dice que se debe usar la ropa interior al revés.
Encender velas de colores: las azules traen la paz; las amarillas, abundancia; las rojas, pasión; las verdes, salud; las blancas, claridad, y las naranjas, inteligencia.
Poner en un plato una vela amarilla encendida y alrededor tres vasos uno con arroz, otro con sal y otro con azúcar para asegurar la despensa.
Usar ropa interior amarilla la noche de fin de año, para asegurar felicidad y buenos momentos. Mejor usarla por el revés y cambiarla al derecho después de medianoche. Mucho mejor si los calzones son regalados.
Quemar al muñeco «viejo»: para desprenderse de las cosas malas del año que termina. Es necesario hacer un muñeco con la ropa vieja. Si se quiere, se le puede poner en el bolsillo una lista con todas las cosas malas del año que quieren eliminarse. Se debe poner en un lugar sin riesgos de incendio. A medianoche se le prende fuego.
En fin sea las tradiciones o ritos que cada un@ practique, lo más importante es la fe con la que lo realice y la confianza en que si la vida así lo determine habrá el próximo año una nueva oportunidad, porque siempre vuelve a comenzar.
Por Verónica Zamorano
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