Atacama y los bonos de carbono, por Armando Flores Jiménez

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En diciembre de este año nuestro país será sede de la COP25, encuentro en el que grandes líderes mundiales se reunirán a discutir sobre qué hacer para evitar el deterioro de nuestro medio ambiente. Entre los temas más controvertidos de esta reunión está el calentamiento global y en esta línea, la definición de un marco de regulaciones que busca estructurar el “mercado del carbono», el cual de una u otra forma permita a los países intercambiar, comprar y vender “bonos” de carbono, con la finalidad de contribuir a disminuir las emisiones de gases con efecto invernadero (GEI). 

La discusión se centrará específicamente en el artículo 6 del Acuerdo de París, que contempla mecanismos orientados a potenciar la cooperación voluntaria entre las naciones para facilitar el cumplimiento de sus compromisos, la definición de iniciativas de mitigación transables internacionalmente y un mecanismo para reducir las emisiones de GEI. La aprobación de una buena regulación permitirá entonces que se torne atractivo implementar proyectos de forestación, mejoramiento en la eficiencia energética o de infraestructura para la producción de energías limpias. Esta será entonces, una gran oportunidad para que no solo nuestro país sea observado desde todas las latitudes, sino que, además, con motivo de todos sus atributos nuestra región de Atacama también adquiera algún protagonismo.

Para eso, es necesario que el sector público y privado, adopten una postura cohesionada no sólo para promocionar un evento, como ocurrió con el eclipse, sino para promover en forma maciza y contundente nuestro territorio y sus bondades, que le otorgan condiciones sobresalientes para favorecer la producción de las energías limpias.

Debemos tener la capacidad para generar incentivos que además hagan competitivos nuestros territorios, en los que no sólo las grandes empresas generadoras adquieran los terrenos para luego vendernos la energía generada, sino que además, frente a la gran magnitud de estas instalaciones, seamos capaces de ofrecer servicios complementarios, en los que empresas locales y nacionales puedan entregar parte de los servicios y equipamiento, así como la mano de obra que se requiere no solo para construir, sino también para operar estas instalaciones y la industria anexa. 

Es la oportunidad entonces para, que nuestra región defina una estrategia de largo aliento, en la que demostremos la capacidad para elaborar una batería de proyectos y alianzas que hagan atractiva la instalación de inversiones en la zona y contribuir en forma directa a mitigar el calentamiento global en nuestro planeta. 

Armando Flores J.

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Un comentario sobre “Atacama y los bonos de carbono, por Armando Flores Jiménez

  1. Me parece interesante el evento, como también la propuesta de definir estrategias en la región, para hacer atractivas las inversiones con sus correspondientes beneficios. Pero también sería interesante conocer algunas de esas propuestas, su desarrollo y aplicación, o al menos indicar quienes son los responsables de dichas estrategias, para comprobar si realmente existe algún interés por parte de las autoridades o de los departamentos correspondientes. Reitero, es interesante la propuesta, pero sería mas interesante y palpable ver acción.

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