La comunidad cultural, el mundo de lo artístico y los agentes que pregonan como incansables quijotes, las artes y la cultura local, esperaban por este momento hace años. Y comenzó de buena manera, entregando la escultura a un profesional del rubro, quien ya comenzó el proceso de restauración y ya ha retirado 12 capas de pintura, de esos procesos de «limpieza y restauración» rápidos y sin cuidado. Pensaron en un principio que sólo serían 6 capas, pero poco a poco, esta delicada fémina quiso que le hicieran un «lifting» completo. El proceso tiene estimado que finalice el próximo 19 de septiembre y tiene un presupuesto de $10.227.778 millones de pesos. El contratista, es el escultor Fernando González Román, y hasta el momento lleva un 40% de avance. Ahora, sólo queda que esta rectificación histórica quede completa y la escultura se traslade a su lugar original, aquel que en la década del 30 los ojos pueblerinos de la comunidad, no viera con gusto que una mujer desnuda estuviera en la plaza de Armas. Hoy, en un mundo más liberal, mucho más «open mind», veremos si el homenaje se concluye y termina como debe. ¡La vendimia debe volver a la plaza de Vallenar!


