Editorial: El morbo y la sociedad del espectáculo, mientras más like, mejor soy…

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El fin de semana largo en la provincia del Huasco, fue trágico. Fue uno de esos feriados que uno espera vivir con tranquilidad y en familia, pero se transformó en hechos de violencia, morbo y muerte, que nos hacen llamar a la reflexión.
La muerte de la joven vallenarina en manos de su pareja, el cual después de realizado el acto decide terminar con su vida, es una situación triste, penosa y que nos hace estar más atentos a nuestros seres queridos, los cuales muchas veces detrás de una sonrisa, no sabemos realmente lo que pasa por sus mentes y corazones.
Sin embargo, esta situación llamó más aún la atención, cuando por redes sociales comenzó a circular el video del joven que era pareja de la víctima, y que decidió terminar con su vida en el trágico puente Huasco en Vallenar. El hecho fue grabado por personas, como si la situación fuera un hecho público y un espectáculo singular, que luego, fue enviado y publicado por redes sociales, generando un show de morbo, especulaciones y faltas de respeto a las familias de los afectados.
30 minutos pudieron ser suficientes para detener al joven y ayudarlo, pero nadie, actuó a tiempo. Mucha gente que observaba y decidió grabar la escena y compartirla en redes sociales, reforzando la idea de la sociedad del espectáculo en la que todo lo que ocurre es una escena para exhibirse.
¿Hasta cuándo por lograr clicks, me gusta o views pasamos a llevar a los demás y generamos un morbo innecesario y sin respeto? ¿Es imposible ponerse en los zapatos del otro y ser empático ante una situación de grave riesgo que lo lleva a quitarse la vida? ¿Quiénes somos todos nosotros, para tomar esas atribuciones y hacer un show de una situación grave como la ocurrida el sábado?
Una historia como esta, solo nos hace pensar en la indiferencia social que existe en ciudades alienadas y deshumanizadas, en las que no hay comunidad y prevalece la frialdad, el egoísmo y la indiferencia. Esta historia nos dice algo fundamental sobre los seres humanos, que se conoce como “El efecto espectador” donde existen dos variables: difusión de la responsabilidad e influencia social.
La difusión de la responsabilidad se refiere a que mientras más testigos y observadores, menos responsabilidad personal. La influencia social quiere decir que monitoreamos lo que hacen los demás para decidir cómo actuar.
No actuar, puede estar asociado al miedo. Mucha gente se paraliza en situaciones potencialmente peligrosas. Cuando los testigos deciden intervenir, pueden impedir crímenes o abusos de cualquier tipo. Ser un testigo pasivo de la violencia puede reducirse teniendo más conciencia del entorno e incluso mediante un entrenamiento específico. Es lo contrario a la evitación del conflicto: se trata de hablar de frente cuando presenciamos acoso o de actuar cuando alguien es violentado. Habría que comportarse siempre como si todo dependiera de uno/a, como si fuéramos el único testigo.
Que nunca más, ocurra lo que sucedió el sábado en el puente. Grabar y difundir, en vez de ayudar y evitar un decisión de vida.

El Noticiero del Huasco

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