Por Sergio Múñoz Argomedo
En la Comisión de Salud del Senado de la República se encuentra radicado el estudio del Proyecto de Ley sobre Tenencia Responsable de Mascotas y Animales de Compañía.
En lo fundamental, dicha norma señala que las municipalidades estarán facultadas para implementar un sistema de recolección de animales a objeto de retirar de la vía pública, sitios eriazos o locales de cualquier naturaleza donde se reúna o transite público, todo animal abandonado.
Para ello, podrán implementar centros de mantención temporal de animales por el tiempo que determine la municipalidad respectiva y los que no sean reclamados en ese período se consideraran sin dueño y podrán ser dados en adopción, subastados o sometidos a eutanasia.
Asimismo, la autoridad sanitaria y las municipalidades, por resolución fundada, podrán disponer la eutanasia de los animales de que trata esta ley, especialmente cuando exista peligro para la salud o la seguridad de las personas o para la salud pública. En este caso, deberán utilizarse métodos que impliquen el mínimo sufrimiento del animal y le provoquen una pérdida de conciencia inmediata, siempre bajo el control y la responsabilidad de un médico veterinario
Por otra parte, el proyecto también dispone que los Jueces de Policía Local podrán disponer la eutanasia de animales que constituyan un riesgo para la salud o seguridad de las personas o para la salud pública.
El término eutanasia es todo acto u omisión cuya responsabilidad recae en personal médico o en individuos cercanos al enfermo, y que ocasiona la muerte inmediata de éste. La palabra deriva del griego: eu (‘bueno’) y thanatos (‘muerte’). La finalidad del acto es evitarle sufrimientos insoportables o la prolongación artificial de la vida a un enfermo, presentando tales situaciones como «contrarias a la dignidad». También se sostiene que para que la eutanasia sea considerada como tal, el enfermo ha de padecer, necesariamente, una enfermedad terminal o incurable, y en segundo lugar, el personal sanitario ha de contar expresamente con el consentimiento del enfermo.
Esta definición corresponde a la aplicación de la eutanasia a humanos pero en atención a que el término es utilizado en el proyecto para su implementación como medio de control de la proliferación de perros, es necesario, para ser estrictos con la utilización del idioma, señalar que la eutanasia es un acto tendiente a evitar el sufrimiento o alargar artificialmente la vida de un enfermo terminal, sin posibilidad de recuperación, y contando con el consentimiento del enfermo.
Esta norma, al implementar centros transitorios para albergar a los perros que sean retirados de la vía pública, recibirá animales en su mayoría sanos, sin enfermedades terminales o aquejados por heridas en accidentes que hacen inviable mantenerlos con vida.
En consideración a lo anteriormente expuesto el acto que se realizaría con estos animales indefensos no sería la eutanasia sino que estaríamos frente al salvaje exterminio financiado por el Estado de Chile y ejecutado por cada una de las municipalidades de Chile.
La experiencia internacional al respecto muestra que las políticas de exterminio no han solucionado el problema en ningún país del mundo.
Propuestas
Educación. Buenas políticas de educación y respeto hacia los animales.
Crear conciencia de la tenencia responsable de mascotas y animales de compañía. Dictar ordenanzas municipales con fuertes castigos pecuniarios al incumplimiento.
Control. Fuerte fiscalización que desincentive la mantención y el abandono de mascotas en la vía pública.
Programas de esterilización masivos (para ambos sexos)
Restringir la reproducción de las mascotas por parte de particulares y en el caso de los criaderos que estos sean fiscalizados al máximo para que se les den las mejores condiciones a los cachorros y la entrega a particulares responsables y en conocimientos de sus derechos pero también concientes de sus obligaciones como dueños o tenedores de mascotas.
Es necesario proponer, al contrario, un Proyecto de Ley para que nuestro país sea declarado no eutanásico. Es más sano, culturalmente, que desde las políticas nacionales se impulsen el desarrollo y la aplicación políticas de esterilización masivas, gratuitas y permanentes en los municipios. Las prácticas basadas en la esterilización son más éticas y eficientes para controlar la población de animales domésticos.