Una denuncia con respecto al abandono y deterioro que luce el monumento nacional de las Chimeneas de la Fundación de Labrar, en Freirina, es la que realizó el colaborador del Museo del Huasco, Renato Pezoa Huerta.
El joven amante de la cultura y el patrimonio, señaló que en un viaje al lugar pudo constatar una situación irregular que afecta tanto al simbólico Monumento Nacional, “perjudicando la identidad, interés y preservación del Patrimonio Cultural local”.
Si bien las Chimeneas de la Fundición de Labrar han sido declaradas Monumento Nacional en el año 1980 por decreto Supremo 8377, y ampliadas por decreto Excento 357 del año 1996, a la fecha se ha evidenciado una omisión general en promover un adecuado cuidado al Monumento más emblemático de la historia minera en la Provincia del Huasco, dice Pezoa.
“Los arcos ubicados en las bases de cada una de las tres torres, están destruidos notoriamente, por conductas reprochables de naturaleza humana, con fin de obtener un beneficio de la apropiación indebida de los materiales que han servido oportunamente para su edificación”, relata.
El sitio histórico, dice el joven estudiante de Derecho, mantiene una señalización deplorable y poco concordante con su propio mensaje que expresa un cuidado por las torres y por cada uno de los elementos que la integran, “sancionando al que fuere sorprendido extrayendo ladrillos sueltos de las instalaciones, para fines particulares o públicos”, como lo establece el artículo 11º de la Ley de Monumentos Nacionales.
RAYADOS
Junto con lo mencionado, el visitante podrá apreciar de forma directa, nombres de personas provenientes tanto de Freirina como de otras localidades que han rayado indiscriminada e inconscientemente, el interior de al menos una de las tres torres del sector, las cuales han sido identificadas con objeto de iniciar todas las acciones legales en contra de ellas, ante las autoridades competentes.
Como es de conocimiento, las Chimeneas de Labrar están edificadas a partir de ladrillos refractarios cuyo valor incalculable consta tanto para la actividad minera como por su antigüedad y calidad preservada en un amplio lapso temporal. “Estos ladrillos refractarios han sido removidos, arrojados, esparcidos e incluso destruidos en toda la periferia de la zona de Labrar y ante la inexistencia de una regular vigilancia para mantener este invaluable patrimonio cultural, lo más probable es que ya se hayan sustraído cantidades considerables de ellos para distintos fines. Junto con esto, las torres han sido utilizadas de basurero por particulares, depositando en ellas botellas de vino rotas, fragmentos de vidrios y otras piedras, como también papeles y otros desperdicios que he removido y desechado en lugares habilitados para el efecto”, denuncia Pezoa.
El joven realizó un llamado “a los habitantes, a la gente, a sus autoridades, así como también a los habitantes de la Provincia del Huasco a que se realice un rescate urgente, destinado a salvar y a mantener en pie, un eslabón que forma parte integral de esta “cadena” histórica que es la minería”.
Cabe destacar, que en caso de que particulares, como turistas u otros, sorprendan conductas inadecuadas, deben dirigirse a las autoridades correspondientes para denunciar el hecho, y tratar de dejar constancia en el Museo Provincial del Huasco u otra institución cultural que supervigile el rescate patrimonial.
Fuente: La Estrella del Huasco
