Cámara bloquea la descentralización del país

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Sr Director:

El  pasado martes 6 de noviembre se  consumó  en la  cámara de diputados un enorme daño  a la causa de la descentralización del país.   Al  alcanzarse sólo 63 de los  71  votos   que  se  requerían,   fue  rechazado  por esta cámara  el proyecto que  proponía  realizar la elección directa de los consejeros regionales  en noviembre de 2013,  bloqueando de esta manera  un   elemento clave para avanzar en la descentralización del país.

El  mencionado rechazo fue la resultante de la persistente  labor  obstruccionista,  del  regateo y la dilación de un conjunto  de poderosos actores político- institucionales que  no  quieren  y  resisten la  construcción de un Chile descentralizado.

El gobierno  central, el ejecutivo, tiene una responsabilidad fundamental e ineludible en este desenlace negativo.   El Presidente demoró un año y medio en enviar al congreso dos débiles e incoherentes proyectos descentralizadores   y nunca escuchó las reiteradas solicitudes que se le hicieron  en orden  a  que  pusiera las urgencias necesarias a la discusión de los mismos.  La inasistencia del ministro secretario general de la Presidencia, Cristián Larroulet, a la sesión del 6 de noviembre, ahorra comentarios respecto a la falta de voluntad real del actual gobierno    para avanzar en  la  implementación de la descentralización.

A   nivel del parlamento,  como entidad político-institucional,  se estructuró el otro  actor,  transversal,  que bloqueó el proyecto que  ponía  fecha  inmediata  a la elección directa, por sufragio universal, de los consejeros regionales.  Allí  se unieron,  de hecho,  diputados recalcitrantes,  que se oponen por principio a toda  descentralización, con aquéllos otros  que simulan  estar con  un proceso de esta  naturaleza,  pero que a la hora de votar el pasado martes se abstuvieron, se refugiaron en falsos pareos o simplemente  se  ausentaron de la sala, logrando entre todos hacer fracasar el proyecto.

La actitud de bloquear la elección directa de los consejeros regionales ha  sido una actitud  permanente en la cámara de diputados.  Aparte de hacer fracasar la moción que se votó  el  6 de noviembre, los diputados obstruccionistas, abiertos y soterrados,  contribuyeron  a imponer un proceso de discusión lento y discontinuo

del proyecto   de  elección directa presentado por Piñera en septiembre de 2011, un proceso  en el que se reiteraron  ideas increíblemente  mezquinas y restrictivas,  como aquélla que postula la elección  de los  consejeros   a través de listas  cerradas,  donde los electos serían aquellos candidatos priorizados por los partidos   y  no  aquéllos  que  obtuvieran las más altas votaciones.

En medio de este panorama político-institucional   enrarecido, ambiguo y adverso a la descentralización, hay sin embargo un cimiento sólido y en cierto aspecto  inesquivable,   para hacer avanzar el proceso de descentralización   de nuestro  país.  Se trata, por  supuesto,  de   la  reforma  constitucional del año 2009 que  modificó los  artículos  113°,  114°  y   115° de   la  constitución política de la República.

En el  artículo 113°  se  establece que   “el consejo regional estará integrado por consejeros elegidos  por sufragio universal   en votación directa, de conformidad a la ley orgánica constitucional respectiva”  y, precisamente,  es esta ley orgánica,   que no es otra  que  la ley de Gobierno y Administración Regional,   la  cual  aún no ha sido modificada y adecuada a  la  constitución,  manteniendo  en su texto el mecanismo  de elección indirecta  a través de los concejales,  el cual obviamente  perdió  vigencia y está  obsoleto,  resultando ahora  inaplicable en la renovación de los consejos regionales.

Por lo demás, la   constitución es meridianamente  clara  al sostener que leyes que versan  sobre materias propias de leyes orgánicas podrán seguir vigentes hasta que se dicten estas últimas,  pero  solamente en todo  aquello que no sea contrario a la constitución  como  es  indudablemente el mecanismo de elección indirecta a través  de los  concejales.

La   Asociación Nacional de Consejeros Regionales de Chile,  ANCORE,  advirtió en múltiples ocasiones al gobierno central y al parlamento del impasse institucional que se produciría si no se implementaba la elección directa de los consejeros regionales,  pero,  obviamente, no fue escuchada.  Ahora, en víspera de la necesaria renovación de los consejos regionales del país,  sólo el Presidente de la República tiene la iniciativa de ley y demás  facultades  necesarias  para  generar una propuesta   capaz   de  evitar   la incertidumbre y el impasse institucional  que se avecina   a nivel  de  los  gobiernos  regionales.

Giuliano López, Consejero Regional de Atacama

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