Lo primero que hay que saber es que los estudiantes tienen derecho a ser transportados en forma segura, así como los apoderados tienen derecho a que se le informen las condiciones del servicio y se respete lo acordado. Lo anterior incluye el precio, recorrido y horarios.
Además, los transportistas deben cumplir con la normativa que los obliga a respetar la capacidad máxima del vehículo, tener la revisión técnica al día, disponer los asientos de determinada forma, etc.
Al momento de contratar, tomen en cuanta este tipo de recomendaciones y verifique personalmente que el vehículo cumpla con todos los requisitos, entre ellos, que esté inscrito en el Registro Nacional de Transporte Escolar, trámite
que se realiza en la respectiva Secretaría Regional de Transportes y Telecomunicaciones.
En este sentido, quienes realicen transporte escolar deben entregar una copia autorizada del certificado de inscripción en él o los establecimientos educacionales que presten servicios, así como a los padres y apoderados que lo requieran.
El tiempo de viaje desde y hacia el colegio no debe superar los 60 minutos y en caso que el transporte escolar, lleve más de 5 niños de educación preescolar, el conductor deberá viajar acompañado de un adulto
Tenga presente y exija que quien lleve a sus niños al colegio, tenga una ficha identificatoria, posea licencia profesional Clase A; que el vehículo sea amarillo y porte un letrero triangular sobre el techo con la leyenda «escolares». Además, debe contar con una luz estroboscópica de seguridad y ventanas a ambos lados.
No lo olvide, exija un contrato por escrito, examine el cumplimiento de la ley tanto del vehículo como de quien transportará a sus hijos. En caso de observar irregularidades en servicios de transporte escolar, padres y apoderados pueden hacer sus denuncias al fono 143 del Ministerio de Transportes.
