Tras la incertidumbre generada por la decisión de la Corte Suprema de Justicia con respecto a la resolución de calificación ambiental que amparaba el proyecto minero El Morro y luego de un profundo análisis, Goldcorp ha decidido iniciar de cero un nuevo capítulo para este proyecto retirando su Estudio de Impacto Ambiental del sistema de evaluación y regresando a la mesa de diseño para reformular el proyecto desde su concepción.
Adicionalmente, este nuevo contexto nos lleva a hacer una reflexión profunda en cuanto a la necesidad de establecer un vínculo con las comunidades aledañas al proyecto con mayor solidez, estableciendo un diálogo fluido, permanente y constructivo, que nos permita escuchar con mayor detalle las dudas y preocupaciones de estos actores para un mejor entendimiento.
Lo anterior permitirá desarrollar conjuntamente un proyecto que esté en armonía con el entorno social y ambiental y que colabore activamente con el desarrollo social, económico y sostenible de la Provincia de Huasco.
Han transcurrido seis años desde la elaboración del Estudio de Impacto Ambiental del proyecto El Morro, período en el cual la institucionalidad ambiental y las normativas sectoriales han sido modificadas. Se establecieron procesos y normas más exigentes y además el Estado chileno suscribió el Convenio 169 sobre Consulta Indígena.
Hoy comenzaremos a trabajar para optimizar y perfeccionar la propuesta de inversión, cumplir con las nuevas exigencias del Estado, el Poder Judicial y reforzar el instrumento con el diálogo y la participación activa de las comunidades vecinas, por lo que consideramos imprescindible repensar el proyecto en su totalidad.
Después de numerosos procesos judiciales, además de haber participado en la realización de dos procesos de consulta, Goldcorp sigue creyendo en Chile y continuará con sus esfuerzos para desarrollar el proyecto El Morro.
Confiamos en que estas experiencias serán de utilidad para generar reglas claras y estables para el futuro, fortaleciendo así la institucionalidad requerida para garantizar las inversiones y los derechos de todos los actores. Todo esto en un contexto en donde se ha demostrado que sólo el diálogo y la participación de todos los involucrados garantizan la vida de los proyectos en el largo plazo.