Editorial: Hora de balances y proyecciones

La hora de los balances siempre tiene de dulce y agraz. Nunca se puede pretender tener la absoluta certeza, de que todo lo realizado en el año fue lo correcto. O lo adecuado.
En el fuero interno, siempre se quiso hacer lo indicado para no tener problemas o complicaciones. Pero lamentablemente, o afortunadamente, no siempre resulta.
El 2014 puede haber sido un año bueno. También pudo ser malo. Depende de la perspectiva con que se mire y con el ánimo de quién lo observe. Sin embargo, el balance global no pretende ser analizado de la perspectiva de los ánimos, sino que de los hechos.
Durante 2014 hubo escaso crecimiento en la provincia. Las perspectivas económicas, laborales y sociales tuvieron rumbos distintos, y hoy se respira desesperanza e incertidumbre, en el marco de reformas que el Gobierno pretende desarrollar y que a juicio de muchos, no traerán beneficios a la gente.
Las movilizaciones fueron la tónica en este año. Y no pararán. Punta Alcalde, la falta de empleo, desaceleración económica, el relleno sanitario. Los vecinos se están manifestando en la calle, porque para ellos protestar y expresarse de esa manera, les da respuestas más rápidas y efectivas, y más aún cuando a su juicio, las autoridades no entregan respuestas. (Aunque muchas veces, la respuesta que esperan es sólo lo que ellos quieren escuchar…).
Lo lamentable, es cuando se altera el orden público y se causan problemas.
La llamada desaceleración económica es un concepto que abarca a algunos. No pretende ser para todos. Es cierto, que ha disminuido el ritmo de la economía local, pero se siguen abriendo locales comerciales, hospederías, restaurantes, lo que indica que la economía se maneja a un ritmo diferente al nacional. Y eso en parte, es bueno.
La labor de las autoridades no ha sido la esperada. No se ha estado a la altura de las circunstancias. Hemos pasado por momentos críticos, donde han estado ausentes. Lo último, la crisis de la basura en Vallenar. El alcalde local realizó gestiones, que no tuvieron resultados, pero no fue apoyado por las otras tres autoridades comunales. Y eso trajo problemas en las calles de la ciudad, suciedad, contaminación, empresarios reclamando por lo suyo, problemas a la empresa recolectora, vecinos molestos y allanamientos con la autoridad. Lindo fin de año.
Y 2015 no será diferente. Los alcaldes comenzarán a pensar en las municipales. Dejarán de lado la ciudad y sólo perseguirán el fin político-electoral. Desde hace mucho tiempo no hay proyección de futuro. Se han realizado buenos proyectos, pero no hay diferenciación a nuestros vecinos de La Serena o Copiapó.
Ese comentario de que “Vallenar ya no es el de antes”, es falso. Seguimos igual. Es cosa de sólo salir a las calles. Calles llenas de comercio ambulante, cocinerías móviles, congestión, suciedad y otras cosas más.
Freirina, Alto del Carmen y Huasco no tienen ninguna diferencia a 4 años atrás. El crecimiento ha sido escaso. Hoy es hora de ponerse a trabajar, pensando en proyección y progreso. Dejar de hacer política partidaria sería bueno y un gran paso para las autoridades locales.
Hoy es hora de trabajar por el futuro de una provincia que espera por cosas mejores y sin el engaño de por medio. Los vecinos de hoy son diferentes a los de 30 años atrás. La sociedad ha cambiado y exige soluciones a demandas básicas que no han tenido respuestas.
Los vecinos deben también ser parte de la solución. No se trata sólo de exigir y pedir cambios y respuestas, sino se parte por uno mismo. La educación y cultura es la base de una sociedad que está liquidada por el consumismo y la pretensión económica.
Hoy es cuando podemos cambiar la estrella de un valle que está esperando despertar para dar bienestar a su gente. A la gente trabajadora.
Feliz 2015

El Noticiero del Huasco