La mayor riqueza de nuestra comuna: su convivencia entre lo urbano y lo rural

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Caminando por Vallenar debemos tener conciencia que esta no es sólo una
ciudad, la comuna geográficamente no es lineal, ni cuadrada, ni redonda; es un
gran polígono que limita en el norte con el Donkey zona ancestral minera y de
crianceros, por el sur con la localidad de Incahuasi ‟Casa del Inca″, localidad
minera por esencia, paso de los pueblos ancestrales que habitaron el sector,
donde sus actividades fueron reemplazadas por antiguos crianceros y recolectores
de leña vegetal. Por el poniente esta la zona agrícola de Longomilla y por el
oriente la localidad de Camarones, muy cerca del Embalse Santa Juana.
Tenemos casi el 10% de población en las zonas rurales y sus preocupaciones son
variadas: caminos de acceso, encarecimiento de los productos de primera
necesidad, transporte, iluminación, plazoletas, juegos infantiles, acceso a la salud
y la educación, acceso a servicios de calidad en telefonía móvil e internet, etc. Tan
variadas como sus necesidades son sus localidades, algunas son residenciales,
otras agrícolas, mineras, de secado de algas, crianceros y otras se convierten en
zonas logísticas importantes para proyectos energéticos y mineros; como lo son
las localidades de Domeyko y Cachiyuyo.


Algunas localidades están más cerca de la ciudad como: Perales Viejos, las
Haciendas Compañía, Buena Esperanza, Ventanas, El Colmo, Quebrada Honda,
San Antonio y Longomilla. Otras en una situación intermedia como Imperial Alto y
Bajo, las Porotas, la Posada, Verbena, Chañar Blanco, El Jilguero y Quebrada.


San Antonio, entre muchas otras. Todas estas localidades son sitios residenciales,
otras zonas de plantación de frutales, olivos, agricultura familiar y comercialización
de productos de la zona; hay que potenciar la belleza de estos lugares y el
impulso a la agricultura campesina y a los emprendimientos particulares en
relación con el agro, los frutales y otros productos.


Tenemos la localidad de Camarones, la cual posee un museo de sitio que hace
muchos años lo ha impulsado con mucho esfuerzo un minero de la zona. Hoy ya
es una realidad, pero hay que fomentarlo e integrarlo a una red patrimonial y
turística más potente, junto a los minerales de Vizcachas y Agua Amarga;
minerales que sostuvieron la economía del país, en momentos delicados de
nuestra historia republicana.


Se ha avanzado en conectividad e infraestructura sanitaria, agua potable rural y
alcantarillado en Domeyko, Cachiyuyo e Incahuasi, también hay avances en
nuevas iniciativas de Agua Potable Rural –APR-, para otros sectores rurales con
mayor concentración de población. Este es un esfuerzo iniciado hace muchos
años y que formo parte del ‟Plan de Desarrollo de Infraestructura Rural″ del
Gobierno Regional de Atacama. Pero así como estos lugares han avanzado, hay
otros que se encuentran más postergados, por tanto se hace imperante diseñar y

focalizar con participación ciudadana el ‟Plan Rural Vallenar″, para dirigir con
mayor eficacia los servicios municipales, proyectar el diseño de un mercado
multipropósito (una Recova de las localidades rurales) y un espacio de
comercialización a orilla de carretera, para aprovechar el enorme flujo de público
que circula por este sector, así nuestros pequeños agricultores y productores de
las zonas rurales podrán mostrar y promocionar sus productos como aceite de
oliva, frutas, artesanía, miel, panes artesanales, mermeladas y otros, que no sólo
son productos alimenticios, sino que forman parte de la identidad cultural de estos
lugares y que da cuenta de esa característica que debemos proyectar: una
convivencia armónica entre lo rural y lo urbano.

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