Mg. Francisco Martínez Nehme
Académico Universidad de Atacama, Sede Vallenar
El principal objetivo que tiene el Banco Central de Chile es controlar el alza de precios (inflación) la cual se mide con la variación del Índice de Precios al Consumidor, IPC. Según el informe de Política Monetaria de marzo de 2022, el instituto emisor tiene como meta conseguir que la inflación en Chile no sobrepase el 3% anual, lo que claramente no se está logrando, al menos en el último año en que el IPC tuvo una variación a doce meses de 10,5%, acumulando un 4,8% en los primeros 4 meses de 2022 y 1,4% solo en el mes de abril, destacándose el alza de los alimentos y de bebidas no alcohólicas (Instituto Nacional de Estadísticas). Las consecuencias de la inflación son muy negativas, ya que reduce el poder de compra de las familias, pero también incrementa la Unidad de Fomento (UF), definida como una unidad de cuenta que se reajusta de acuerdo a la inflación y que fija el valor de muchas transacciones financieras, por ejemplo, el de los dividendos de créditos hipotecarios. De esta manera, el monto en pesos de los dividendos se ha incrementado en los últimos meses y se espera que siga aumentando si el alza de precios continúa.
Por otra parte, el valor del dólar ha subido y esto genera más presión sobre la inflación ya que en la canasta familiar hay productos importados cuyo costo aumenta cuando el dólar sube.
Para enfrentar este problema, el Banco Central utiliza la política monetaria que consiste en modificar la tasa de interés rectora de la economía. Los (as) empresarios (as) generalmente piden préstamos para financiar sus inversiones y las familias también adquieren ciertos productos y servicios con deuda, por lo tanto, cualquier decisión que tome el Banco Central con la tasa de interés influirá en la inversión y el consumo. En los últimos meses el Banco Central ha incrementado la tasa de interés, justamente para reducir la demanda interna y así disminuir la presión sobre el nivel de precios. En función de los últimos datos de inflación, lo más probable es que siga aumentando la tasa de interés hasta que el nivel de precios comience a disminuir. Si bien el alza de tasas puede influir en la reducción de la inflación y mejorar la rentabilidad de los depósitos a plazo y cuentas de ahorro, lamentablemente encarece o aumenta el costo de los créditos bancarios, tales como los de consumo e hipotecarios. De esta manera, en el actual escenario disminuye la cantidad de personas que pueden adquirir una vivienda o un automóvil mediante deuda. Aun así, no es de extrañar que la tasa de interés continúe su tendencia al alza en concordancia con la inflación.