La comunidad de Vallenar quedó impactada de la tragedia que ocurrió el fin de Semana Santo, sobre el femicidio y posterior suicidio del atacante, y sobre todo, de las imágenes que comenzaron a circular en redes sociales respecto del hecho ocurrido en el puente Huasco.
¿Por qué se llegó a grabar y difundir un hecho lamentable y triste para nuestra comunidad? ¿qué impulsa a las personas a pasar a llevar a los otros mediante difusión pública de actos en las redes sociales? ¿Dejamos de pensar en comunidad y nos transformamos en seres individualistas?
Este medio conversó con el sociólogo, Jorge Santibáñez Zepeda, quien entregó su visión sobre la situación y lo que ocurre actualmente en la sociedad.
“Actualmente la tecnología tiene un peso muy importante en nuestra vida cotidiana, por lo que es muy fácil compartir todo lo que sucede alrededor en tiempo real. Cada vez hay más casos de transmisiones en vivo de eventos desafortunados como abusos sexuales, suicidios y asesinatos, todo al alcance de las manos. Pero, entonces ¿Nos estamos volviendo más apáticos o insensibles? O más bien, y según los acontecimientos sucedidos el fin de semana donde en nuestra comuna se viralizo un video donde una persona se lanza al vacío desde el puente Huasco, se podría decir que se está inculcando una idea de panóptico (que toda su parte interior se pueda ver desde un solo punto), debido a la disposición de tecnología transformándonos en una sociedad fílmica y vigilante”, reflexionó el profesional.
Asimismo, Santibañez manifestó que “por otro lado, se abre la veta de poder grabar lo que sea, cuando sea. Entonces, nace la interrogante respecto a ¿qué pasa con la intimidad?, ¿quién otorga derecho a usar repetidamente la imagen una y otra vez? Más allá de los hechos que motivaron al individuo a cometer el acto suicida, hoy nos centramos en el hecho que abre la interrogante: ¿existe la necesidad que, en este caso, haya derecho, como el individuo está fallecido y ya alguien hizo uso público de aquel video?, es decir ¿se está en la obligación de seguir algún motivo, pacto, norma u otra referencia de acción sobre dicha filmografía?”.
El sociólogo comentó que, respecto a la filmación, hay cosas que decir. “Primero, las licencias que las personas se dan para reproducir absolutamente todo, sin importar la tipología de receptor que hay detrás de cada dispositivo, no existe conciencia de que ellos puedan ser niños, ancianos, familiares directos, hijos/as, etc. Segundo, que hoy en día se está más expuesto a lo que se cree. Así que el resguardo local, comunal y hasta personal, está entrando en relación directa con lo global. En otros términos, se puede decir que lo global asimila elementos de localidad cuando estos entran a los canales mediáticos”.
Finalmente, explicó que “la muerte deambula a diario en las imágenes que rondan por los escenarios que proporciona el espacio cibernético (redes sociales, juegos, Medios informativos, comunidades, etc), las cuales retratan crueles acontecimientos y asustan a los receptores. La construcción de un mundo temible, es parte de un escenario mediatizado que cada cual puede ser capaz de contribuir poniendo a disposición esta tipología de contenidos, y a su vez nos recuerda lo mortales que somos los individuos en cada momento”.