La Directora del Servicio de Salud, Dra. Paola Neumann, llama a la calma a la ciudadanía, ya que a diferencia de lo ocurrido del febrero de 2010, ahora se encuentra una variable protectora: la predicción, gracias a ello podemos anticiparnos y organizarnos con tiempo, previniendo posibles problemas adversos.
Hay que considerar que estos sucesos provocan ansiedad y angustia, por esto es que la Directora del Servicio, Dra. Paola Neumann, señala que además de mantener la calma, entrega recomendaciones para enfrentar la situación con los menores.
Los tsunamis y terremotos provocan miedo, por lo que los padres tienen que mantener la calma, porque su hijo se sentirá igual a como lo ve y siente a sus padres.
Evite que los menores vean en forma indiscrimanda los medios de comunicación, ya que la imágenes que se muestran son de gran impacto.
Si ocurriese el eventual tsunami no corra, no grite proteja a su hijo con control, ya que al momento de perder el control se pueden tomar decisiones erradas.
¿Qué pasa con los niños luego de un gran suceso?
Los especialistas recomiendan conversar con los menores luego de lo sucedido, escuchar con paciencia lo que el niño tenga que decir. Luego dé una explicación real y no les mienta: diga “las capas de la tierra se mueven y se reacomodan produciendo muchas veces muchos daños, esto es algo que sucede en Chile a lo lejos”.
No le mienta nunca, no entregue frases como “esto no va a volver a suceder, ni asocie las causas del evento a seres, entes, animales o cosas.
Cuando son niños pequeños necesitan hablar poco, en corto tiempo pero más frecuente de lo sucedido-
El Consuelo de los padres es fundamental, los niños necesitan un mayor apoyo y los padres son las mejores personas para darlo. El pasar más tiempo con ellos es fundamental, entrégueles más contacto físico.
Trate de volver a la rutina los más pronto posible, haciendo las cosas que normalmente se hacían ante el evento y trate de proveer espacios de juego, dibujar, pintar, hacer actividades físicas e ir la plaza.
La mayoría de los niños se recuperan con su apoyo después de las dos primeras semanas, consulte a un especialista cuando usted cree que no pueda ayudarlo, cuando le cueste retomar su rutina diaria, o presente cambios evidentes en su personalidad.
Recuerde que usted también está bajo tensión emocional, cuídese para brindar el apoyo necesario a sus hijos(as).