Muy preocupado se mostró el ministro de Energía, Laurence Golborne, por la situación que vive el Secretario Regional Ministerial (Seremi) de Salud de Atacama, Nicolás Baeza, tras cambiar la calificación industrial de la central termoeléctrica Castilla de “contaminante” a “molesta”, lo cual permitió la aprobación del proyecto de casi US$?5.000 millones a fines de febrero.
Golborne, frente a empresarios y ejecutivos en un seminario organizado por Diario Financiero, explicó que ayer visitó Atacama donde se juntó con Baeza. Este le contó que a sus hijos les están haciendo bullying en el colegio porque él realizó este cambio y finalmente se aprobó la iniciativa.
“Esto no es aceptable, independientemente de su trabajo profesional, que una sociedad evolucione hasta ese nivel de agresividad”, dijo Golborne, agregando que la iniciativa —del empresario brasilero Eike Batista— cumple con normas de emisión que le permitirían instalarse en la mitad de Europa.
“Acá estamos a 70 km. de Copiapó, a 40 km. de Totoral donde viven unas pocas familias, a 8 km. de una playa privada de una familia… ¡Y tenemos unos niños que sufren bullying!”, dijo el ministro agregando: “Creo que estamos equivocados como sociedad. Políticamente estamos cometiendo un error, como gobierno y como oposición, porque el desarrollo energético de un país es necesario. Y tenemos que ponernos de acuerdo qué queremos hacer”.
Y fue enfático en señalar que “los gobiernos no deberían avergonzarse de aprobar proyectos que son necesarios para el país”. Esto, porque se requiere más energía para el crecimiento, motor que ayudará a superar la pobreza.
Llamó a hacer un debate amplio respecto de la matriz futura que requiere el país, pensando en un horizonte de 30 a 50 años. Esto, porque explicó que hoy todos los proyectos están demorando entre cuatro y diez años, considerando desde la obtención de permisos hasta su ejecución.
