La disputa por punta de Zorro, entre los límites de la Tercera y Cuarta región

Print Friendly, PDF & Email
Share Button

Son más de tres kilómetros de arenas blancas y aguas turquesa, el día está soleado, pero en la playa El Apolillado no hay más de 15 personas en total. Es miércoles por la tarde y uno de los pocos turistas es el minero José Espinoza. Levantó su carpa cerca de Punta Zorros, al sur del balneario, y está terminando de almorzar con su familia. Al preguntarle en qué región se encuentra, saca a relucir su experiencia en la zona y responde que «hay una diferencia entre los que piensan que es de la Tercera y los que piensan que es de la Cuarta. No está bien definido. Yo converso con gente de la caleta Chañaral de Aceituno y me dicen que el límite debiera estar un poco más al sur, y los de Punta de Choros dicen que debiera estar más acá».

Desde la carpa del minero se ve hacia el sur la saliente de tierra conocida como Punta Zorros: queda a ocho kilómetros al norte de Punta de Choros (en la Región de Coquimbo) y 14 kilómetros al sur de Chañaral de Aceituno (en Atacama).

Es un cerro de 28 metros, fácil de escalar, y que el miércoles por la mañana sólo era recorrido por un grupo de cabras. Pese a esto, está al centro de una controversia sobre el mapa geográfico-político de Chile, que involucra al Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y al Instituto Geográfico Militar (IGM).

Eso no es todo, ya que un proyecto para construir allí un muelle también ha generado diferencias entre pescadores de la III y IV Región por uno de los principales focos de turismo del área: los recorridos en lancha para avistar delfines y ballenas.

La disputa geográfica

Cuando los turistas pasan por el camino de tierra que une Punta de Choros con Chañaral de Aceituno se encuentran, de un lado, con un letrero que da la bienvenida a Atacama. Del otro, con uno que los recibe en la Cuarta Región.

Parece no haber controversia de límites. Sin embargo, un informe de la Biblioteca del Congreso Nacional plantea que «existen dos interpretaciones principales del trazado del límite. La que señala el IGM, en su carta Carrizalillo, y la cartografía del INE».

Detalla que el Decreto con Fuerza de Ley en que se fijan los límites regionales menciona «la primera cumbre al oeste del portezuelo Las Ventanas, hasta la Punta Zorros». Sin embargo, recalca que «tal indicación puede resultar vaga al momento de determinar hacia qué área de Punta Zorros se debe proyectar el límite».

De acuerdo al informe, la cartografía del IGM considera como Punta Zorros al extremo norte de esta saliente, lo que deja la mayor parte del territorio a la IV.

Por el contrario, añade el documento, el concepto de punta también puede ser interpretado como «una unidad del territorio que abarca mayor superficie». Esto es lo que ocurrió con el análisis del INE, de 2000, que deja más territorio en Atacama.

El muelle de la disputa

Esta disputa teórica tiene un efecto real: a los pies de Punta Zorros se observa que ha habido movimiento de tierra. Sobresale la obra gruesa de un muelle de 60 por 10 metros, que la asociación gremial Los Choros está empezando a construir.

Su presidente es Gabriel Molina (35 años, penúltimo de 14 hermanos y pescador nacido en Vallenar), quien cuenta que tras años de trabajo está por concretar un sueño para sus 55 asociados: «La idea es hacer una caleta buena, sustentable, hacer turismo (…). Somos privilegiados por el lugar».

Afirma que han comprado terrenos en el cerro y que formularon a Bienes Nacionales de la Cuarta Región la autorización para trabajar. Se entusiasma al hablar del muelle, que asegura han gestionado con fondos propios, y dice que el próximo verano se podrá inaugurar.

En Chañaral de Aceituno el alcalde de Mar es Angel Marín. Es también dueño del minimaket frente al muelle, que es donde cumple su doble función. Sobre el proyecto dice que «lo bueno es que cuando hacemos extracciones de algas, si nos pilla un mal tiempo, podemos desembarcar allí. Y lo otro es que si se arma un muelle, es muy probable que se metan a la reserva marina de la isla», desde donde se avistan cetáceos.

El tesorero del sindicato es Alfonso Avalos, al que esta última alternativa le preocupa. Menciona con orgullo que es nieto del último chango que construía balsas de cuero y afirma que con exceso de embarcaciones puede dañarse el ecosistema: «No pueden hacer turismo a la reserva de la isla, porque ellos pertenecen a la IV. No se les niega el tránsito, pero no que vengan acá».

El senador de la III Región, Baldo Prokurica, también rechaza la alternativa. «Es un tema que me parece de la máxima gravedad y le voy a plantear esto al ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, con la finalidad que adopte medidas para reponer lo que siempre fue: el límite originario de la región».

Share Button
:: Articulo visto 67 veces ::

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *