Dos mujeres, un camino

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patriciourquieta

Si pensáramos que en estas elecciones presidenciales la decisión que tome el electorado no afectará la situación personal de cada uno porque igual debe levantarse a trabajar, no habría nada que discutir, pensar ni decidir. Sabemos que esa predisposición a la participación cívica es incorrecta desde todo punto de vista. Es la negación de la democracia, la política y el servicio público. En el ámbito más privado (desde cierto punto de vista), ¿puedo levantarme a trabajar si en un país no hay empleo? Para quienes sufren de alzhéimer y los que nunca han experimentado el desempleo como se vivió muchos años en Atacama antes del Presidente Piñera, quiero hacerles ver que quienes somos de la región no queremos que vuelvan esos tiempos.

Este 15 de diciembre habrá dos proyectos de país, y un solo objetivo (a lo menos en apariencia) que es mejorar la calidad de vida de todos los chilenos. ¿Cuál es la diferencia entre ambas candidaturas? Muchos dirán que los programas son radicalmente distintos, pero lo cierto es que al oído de muchas personas con menor preparación sobre los temas país e información de contenidos programáticos (mamotretos como dijeron hace poco unos políticos), se reduce a una sola: Un proyecto de gobierno ofrece una mejor calidad de vida sin asumir costos ni responsabilidades, ensalzando la idea de los derechos; y el otro programa de gobierno invita a que todos trabajemos por una mejor calidad de vida, fortaleciendo los derechos pero también asumiendo obligaciones. Es obvio que uno suena más atractivo que el otro, pero tengamos como referencia lo que ocurrió hace poco tiempo entre Alemania y Grecia en la unión europea con motivo de la situación económica de esta última.

Por otro lado, la pregunta en estas elecciones no se reduce exclusivamente a saber si los políticos tendrán la voluntad de impulsar los cambios estructurales que prometen, sino a reflexionar si el agua que obtendrán como resultado de esas reformas regará el campo como ellos dicen.

Me quedo con la propuesta de país de la Alianza, que hoy lidera Evelyn Matthei, porque cree en la igualdad a partir del respeto por las legítimas diferencias, porque promueve las oportunidades para que cada uno pueda surgir en función del mérito individual, porque cree en las personas como protagonistas de la construcción de un Chile más justo, y en el rol subsidiario, coherente y también eficaz del Estado.

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3 comentarios en “Dos mujeres, un camino

  1. Este fue el niñito que sacó el 10% para diputado…? Repite como un loro el discurso de su partido, discurso que viene de la capital; se puede ser líder de opinión si no se tienen ideas propias y solo se es una caja de resonancia de ideas ajenas y externas al Huasco? Tal vez por ahí se explique su magro 10%…

  2. Al parecer no le sirvió mucho vivir desde pequeño en torre blanca, parece que lo tenían en una burbuja y nunca se dio cuenta de la realidad de los pobladores en donde Evelyn nuca a puesto un pies, ¿surgir en función del merito individual? ¿Que es eso, individualismo?, el que puede puede , y el que no , que siga en la miseria y con la falta de oportunidades que la derecha y la concertación no le han entregado a su país, que se pronuncie sobre Monsanto, sobre la educación gratuita, asamblea constituyente, de las violaciones a los derechos humanos. Habla del desempleo en Atacama amparado en las estadísticas que le mienten a la opinión publica, aun seguimos con la inestabilidad laboral, Contratas y Honorarios, con sueldos mínimos y por bajo de lo mínimo, es cosa de preguntarle a Quien hace aseo en UNIMARC, (LOS MISMO QUE FINACIAN SUS CAMPAÑAS) que ni el podría sobrevivir con ese dinero, a otro perro con ese hueso. Saca la propaganda electoral que ya termino el plazo mejor, que contamina la visual.

  3. Se acabaron las columnas de este personaje, amparado por un senador, que además de ser gobernador de Pinochet, va a cumplir 28 años en el parlamento. Blindado por su sector, sin competencia el 2001, negociando la bajada de herman Chadwick, y con una galleta Udi en la última senatorial.

    Nunca funciono el «cambio», cambio y fuera, ya!

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