El 25 de noviembre del año 2003 dejó de existir Monseñor Fernando Ariztía quien durante 25 años dirigió la diócesis de Copiapó, ganándose el cariño de la gente por su permanente lucha en favor de los más desposeídos , ganándose cariñosamente el nombre de “El Pastor de los Pobres”.
Al cumplir los 75 años de edad , Monseñor Ariztía presentó a la Santa Sede su renuncia a la diócesis, petición que fue aceptada. Pero quería entregar también sus últimos años al pastoreo. En la Diócesis de Osorno encontró la Parroquia Jesús Obrero que atendió como párroco entre los años 2000 y 2003. Cuando se le declaró su enfermedad incurable quiso volver a la diócesis de Copiapó, donde ejerció su misión de buen pastor durante 25 años, para morir en medio de los suyos.
Tal fue el impacto del fallecimiento de Monseñor Ariztía , que el propio presidente de la República , Ricardo Lagos Escobar, varios ministros de Estado y el Comandante en Jefe del Ejército de la época, cambiaron sus agendas y asistieron a su funeral en Copiapó.
Más de diez mil personas repletaron las calles de la capital de Atacama, para despedir al pastor de los pobres y al que alzó la voz por todos los chilenos en pleno gobierno militar.
El último deseo de «don Fernando», como cariñosamente le llamaban los fieles de Atacama a Monseñor Ariztía, fue dar una vuelta por la Plaza de Copiapó y que a su funeral llevaran alimentos para los pobres. Sus restos descansan en el mausoleo de la Catedral de Copiapó.
Para recordar esta fecha el obispado de Copiapó realizará hoy a las 19:00 horas una gran Eucaristía en la Iglesia Catedral , como también en las distintas capillas y parroquias.