En una apretada síntesis nos referiremos a los orígenes y a la trayectoria de una de las más importantes haciendas de la zona. “La Compañía Agrícola”.
El ferrocarril de Huasco a Vallenar, construido entre los años 1890 y 1892, bajo el gobierno de Manuel Montt, fue muy combatido en el parlamento, pero al mismo tiempo, muy defendido por el agricultor e industrial Manuel Echaurren, eficazmente secundado por Alberto Gandarillas y otros prominentes huasquinos.
Posteriormente se sumó a la importante vía férrea local, la construcción de los embalses en las lagunas de la cordillera, obras que se ejecutaron bajo la presidencia de Federico Errázuriz Echaurren, siendo ministro de Industria y Obras Públicas, Julio Bañados Espinoza, bajo la inteligente dirección del ingeniero David Campusano.
Los tranques en referencia que se autorizaron por Ley 1.033 de fecha 27 de enero de 1898, transformaron las lagunas Chica y Grande en embalses reguladores con la dotación de compuertas en ambas fuentes de almacenamiento cordilleranas. Esta nueva situación en el valle del Huasco, despertó gran entusiasmo y significó un desafío a los hombres de visión, de capacidad y fe, para emprender grandes realizaciones.
En el año 1902, un ciclo de entrevistas entre Hernando Urrutia, con poder de David Montt Julio, dueño de la estancia “Higuera de Minillas” y conversaciones que culminaron con la escritura pública de fecha 8 de agosto de 1903, decidió con la venta de la estancia en referencia a Juan Murray Digby, Diego Sutil, Santiago Lyon y otros.
CONSTRUCCION DEL CANAL Y OBRAS DE REGADÍO
Juan Murray Digby, barón inglés, real creador de la empresa agrícola y líder que encabezó al mencionado grupo de empresarios, procedió a la inscripción de la sociedad. Obtenidos los derechos de agua y la autorización para la construcción del canal, se procedió a la contratación de los servicios profesionales del ingeniero David Campusano, para el estudio previo a la construcción del canal de regadío de la futura hacienda.
Esta obra, que nace en Camarones, donde se ubicó la bocatoma, marcaba 40 centímetros al abrirse la compuerta. Esta medida estaba conforme a lo estipulado en la concesión otorgada en 1903.
Desde Camarones a Vallenar tenía un trazado de 22 kilómetros. Su construcción fue dirigida por el ingeniero, Ramón Serrano Montaner, secundado por Edecio Flores Zepeda y su hermano Roberto, los que conducían el trabajo de ciento cincuenta operarios. En su gran mayoría procedían del mismo Camarones, de diferentes lugares del valle y asentamiento interiores y de otros puntos del territorio nacional. Por no contar en la época con medios que hoy facilitan las obras de gran envergadura, todo se realizaba a “puño y sudor”.
La tarea de concretar esta gigantesca construcción demoró por lo menos dos años y medio. Durante su ejecución se levantaron campamentos compuestos por carpas que se trasladaban periódicamente conforme avanzaba la obra. Se contaba con “pulpería” y “ranchos” que proporcionaban alimentación al personal.
Conocemos por referencia que durante la construcción del canal Compañía o canal Serrano, como se conoce a esta obra de regadío, se produjo el nacimiento de dos de los hijos mayores de uno de los jefes de esta titánica apertura de regadío en el trayecto de Camarones a Vallenar. ya que algunas esposas acompañaban a los ejecutores de la obra.
Concluido el canal, se procedió a la construcción de estanques almacenadores de agua. A dos de estas lagunas artificiales ubicadas a la entrada del gran fundo se les dio una capacidad de 325.000 metros cúbicos y de 180.000 metros cúbicos, respectivamente. Una tercera tiene una capacidad de 60.000 metros cúbicos.
Los estanques en referencia, se usan para la recepción nocturna de los turnos y su distribución de riego de hace de día, lo que significa u aprovechamiento de riego de mayor eficacia. Posteriormente se procedió a la apertura de canales interiores, formación de potreros y caminos. Todo esto, permitió en corto plazo iniciar el regadía en las espléndidas llanuras ubicadas en la segunda meseta del lado sur de la ciudad de Vallenar.
Para tender la distribución de aguas y su control adecuado a las necesidades de riego de los numerosos potreros, como también para la bebida de la población, formada por el personal de la hacienda, se designó a Domingo Alvarez, padre de varios hijos, que integraron el grupo de capataces del fundo. Domingo Alvarez es abuelo de Oriel Alvarez Gómez, destacado escritor atacameño.
CREACIÓN DE LA HACIENDA Y DISTRIBUCIÓN DEL PERSONAL
No pasó mucho tiempo en que fue posible observar el resultado de esta visionaria empresa, acometida por Murray, Sutil, Lyon y otros. Sumada la capacidad de los ingenieros David Campusano y Ramón Serrano Montaner y a los operarios conducidos por los hermano Edecio y Roberto Flores Zepeda, hicieron realidad este gran sueño de llevar agua a las tierras planas y vírgenes. Estas esperaban recibir las semillas de alfalfa que germinaban admirablemente en los inviernos huasquinos, como igualmente de similar resultado, la simiente de variadas clases de cereales.
El barón Juan Murray Digby, casado con la distinguida dama de nacionalidad inglesa, como él, Edith Raby, se hizo cargo de la administración general de la hacienda, dejando como administrador de campo a Edecio Flores Zepeda y a Roberto, su hermano. Concluida la creación del fundo, lo designó a cargo de la planta enfardadora de pasto, que era el principal rubro de la naciente empresa.
A algunos operarios que participaron en labores de apertura del canal, en la construcción de potreros, lagunas artificiales, canales internos, caminos, etcétera, se les destinó como capataces, según la capacidad demostrada en diferentes labores.
A James Wodehouse, vinculado familiarmente con el barón Juan Murray, le cupo desarrollar una destacada labor en la instalación inicial y luego en cargos de confianza en la supervisión de las extensas estancias que limitaban con la provincia de Coquimbo.
Del matrimonio formado por el señor Wodehouse con la señora Helen Mary Murray le sobrevive su hija Margareth Wodehouse Murray, quien vive en Buena Esperanza, rodeada de gratos recuerdos de su histórica familiar. Entre ellos, algunos óleos que pintara su madre, dama a la cual recordamos por su amplia cultura, como gran artista del pincel y poseedora de singular capacidad intelectual.
Además, James Wodehouse era familiar del gran Charles Lambert, de grato recuerdo en la historia de Chile, pues le dio su fama al “horno reverbero”.
ADMINISTRACIÓN DEL SEÑOR JUAN MURRAY
La administración general del señor Murray Digby, dio prioridad a la crianza de vacunos y ovejas de las mejores razas. Bajo su conducción fueron construidas dos casas patronales que serían ocupadas por él y su familia, integrada por su esposa Edith Raby y sus hijos Helen Mary, Kenelm y Wanda.
La segunda residencia, ubicada a la entrada del fundo, se destinó a Edecio Flores Zepeda y su hermano Roberto, con sus respectivas familias.
Tenemos información en las que se afirma que el administrador general y familia, disponía de un autocarril para movilizarse desde el paradero 5 de ferrocarriles, ubicado frente a la planta enfardadora a un costado del ferrocarril longitudinal, cuya construcción se había iniciado el año 1913.
Debemos recordar que Murray y señora, participaron activamente en obras sociales con alto sentido humanitario. Especialmente, en las amargas horas de la aparición del ter
rible flagelo de la viruela en Vallenar en 1921, que afectó a tantas familias de la zona.
Ellos se preocuparon del envío diario de leche y otros elementos para la atención de los múltiples asilados en los “lazaretos”. Asimismo, efectuaron importantes aportes en dinero para cubrir los innumerables gastos que generaba este mal. Similar actitud asumieron al año siguiente cuando Vallenar enfrentó el fatídico terremoto del 10 de noviembre de 1922.
ADMINISTRACIÓN DEL BARON JUAN D’ETIGNY
uan D’Etigny llegó a Vallenar en el año 1927 acompañado de su distinguida esposa, Isabel Lyon de D’Etigny. La administración general, ejercida con singular acierto por este ilustre barón francés, se caracterizó por el mejoramiento de las tierras de cultivo, situación que hizo aumentar al máximo su rendimiento.
Para referirnos a tan digna administración, nos remitiremos a un artículo publicado en el diario “El Trabajo” que en su edición especial del 24 de octubre de 1934, con motivo de celebrar 100 años desde que la capital del Huasco poseía el Título de Ciudad, informaba: “Area cultivada, 1.530; 900 dedicadas a la alfalfa; 160 a bosques, con doscientas treinta mil plantas; 100 hectáreas de árboles frutales, con veinticinco mil plantas y 370 hectáreas de cereales”.
Y continuaba la publicación vallenarina: “Las cosechas podían estimarse en diez mil sacos de cebada, dos mil ochocientos de maíz y cuarenta mil fardos de pasto. La fruta seca y fresca se exporta a Estados Unidos, donde cada caja de éstas últimas, con peso de nueve kilos, alcanza a tres USA$ 3 (dólares americanos)
“Debemos agregar que el empaque y la presentación de sus productos es insuperable”, señalaba.
“La Compañía Agrícola de Vallenar, obtuvo en forma consecutiva los primeros premios por su producción de quesos y mantequillas, sumado a otros por la muestra de frutas secas y frescas en la Exposición de Peñuelas en la vecina ciudad de La Serena y en similares eventos realizados en otros centros de Chile”, concluía “El Trabajo”.
Debemos agregar que la población lechera de fina raza holandesa producía diariamente un promedio de mil doscientos litros.
Otro perfil que caracterizó la acertada administración del barón Juan D’Etigny fue la modernización de las labores de la hacienda. Se importaron de Europa, toda clase de maquinarias agrícolas. Igualmente, se montó una turbina generadora eléctrica, la que funcionaba impulsada por una caída de aguas. Para ello fue aprovechado un desnivel del terreno en el sector en que fue montada.
Esta planta generadora de energía, permitió modernizar la enfardadora de pasto, la que primero se había levantado por el lugar por donde hoy pasa la carretera panamericana. La instalación fue devorada por un incendio un día 1° de noviembre. En este mismo lugar, se construyó un grupo de cuatro casas de color blanco para los operarios y se le denominó “Cuatro Palomas”.
EL FERROCARRIL LONGITUDINAL Y SU PASO POR LA HACIENDA
La nueva planta enfardadora se levantó en el sector vecino al Kilómetro Cinco del ferrocarril longitudinal, construcción que se había iniciado, como ya lo hemos señalado, en el año 1913, importante obra que contó con el apoyo decidido del ex presidente Pedro Montt, siendo ministro de Obras Públicas.
En el Kilómetro Cinco, la histórica hacienda despachaba en este desvío ferroviario, cantidades de carros repletos con variada producción de forraje, cereales, maderas, leña, frutas frescas y secas, vacunos , etcétera.
El creador de la turbina fue el entonces universitario, Juan Enrique D’Etigny estudiante de ingeniería, durante los meses de vacaciones que pasaba junto a sus padres en la hacienda vallenarina.
La planta eléctrica, además de entregar energía a la nueva planta enfardadora que conducía desde sus inicios Roberto Flores Zepeda, padre del ex parlamentario y escritor Roberto Flores Alvarez, con una conducción de 40 a 50 mil fardos de pasto picado de 65 kilos, también proveía de electricidad a la maestranza, en que se desempeñó por largo tiempo Julio Quiroz, reemplazado posteriormente por Luis Zuleta.
Esta maestranza contaba con modernos tornos y toda clase de maquinarias que facilitaban la reparación de vehículos, tractores, e igualmente se electrificó la planta procesadora de maderas provenientes de los numerosos bosques. Su producción era utilizada en empaque de la fruta, construcciones, cercos y otros.
Se dotó de alumbrado a las casas patronales, habitaciones de empleados y operarios, a las dos escuelas existentes que atendían a unos cien alumnos cada una; a la panadería que procesaba el pan para toda la población de la hacienda, bajo la eficiente dirección del señor Jerónimo Segundo Campillay, persona muy estimada y dinámico dirigente deportivo, de centros de padres y apoderados.
El retén de Carabineros, que funcionaba a la entrada de la gran hacienda; la sede del Club Deportivo Unión Compañía, uno de los más antiguos de Vallenar y semillero de futbolistas y atletas, también recibieron los beneficios del alumbrado generado en la planta.
PRESIDENTES DE CHILE EN LA COMPAÑÍA
Una información que vale destacar, es que en esta hacienda se hospedaba a los presidentes de Chile en sus giras al Huasco. Contamos con documentación que recuerda la visita del presidente Arturo Alessandri Palma, con motivo del terremoto que afectó a la entonces provincia de Atacama el 10 de noviembre de 1922.
Alessandri Palma y su comitiva bajaban montando en magníficos caballos a inspeccionar e impartir las primeras instrucciones con el fin de afrontar los daños causados por el sismo grado ocho, en que Vallenar fue el epicentro. El presidente y sus acompañantes recibieron la gentil hospitalidad de las familias Murray Raby y Flores Alvarez.
El autor de estas líneas retiene en su memoria la visita del primer mandatario don Pedro Aguirre Cerda. El alumnado de la escuela rural se formó con impecable uniforme frente a la casa de Edecio Flores, ubicada en el mismo sector del establecimiento escolar. El presidente se bajó del vehículo y compartió amablemente con profesoras, alumnos y vecinos del lugar.
El último mandatario que visitó la Hacienda La Compañía, fue el presidente Carlos Ibáñez del Campo, quien en gira especial visitaba la provincia en el año 1953, llegando solamente a la residencia de Edecio Flores Z. La autoridad estaba invitada por el presidente del directorio de la Sociedad Agrícola del Ñuble y Rupanco, Juan D’Etigny, acompañado en esa visita con el Hernán Noguera, director, y otros ejecutivos de la sociedad agrícola mencionada.
A D’Etigny y a sus acompañantes los animaba el deseo que el presidente conociera a quien había colaboraba en los albores mismos de la creación del gran fundo y en su posterior desarrollo.
LA COMPAÑÍA INTEGRA LA SOCIEDAD AGRÍCOLA ÑUBLE Y RUPANCO
La “Compañía Agrícola de Vallenar”, más o menos desde 1930, había pasado a constituir junto con las haciendas Buena Esperanza y Atacama, la empresa con la denominación de Sociedad Agrícola de Ñuble y Rupanco. El accionista mayoritario de esta empresa era el famoso empresario salitrero Pascual Baburizza. Una calle de la población Rafael Torreblanca lleva su nombre.
La empresa inicial, además de sus exitosas faenas de producción, instaló en sus pertenencias en un cerro cercano, que hasta hoy conocemos como Cerro La
Chinchilla un criadero de tan fino roedor de igual nombre. En el Huasco se criaba en forma silvestre, habitando en cerros, bajo el abrigo de rocas y cavernas naturales y se alimentaba de semillas, bulbos, granos, algarrobillas, etcétera.
La planificación e instalación la realizó Alvaro Polloni, quien posteriormente fue reemplazado por el Tomás De Goya, caballero de nacionalidad española, quien tenía su residencia en el mismo cerro y fue fundador de la familia De Goya que existe en el Vallenar de nuestros días.
ÚLTIMOS ADMINISTRADORES
Cuando D’Etigny, se trasladó primero para ocupar la gerencia general de la Sociedad Agrícola de Ñuble y Rupanco, con sede en Santiago, conocí una emotiva nota dirigida a mi abuelo Edecio Flores Z.
En ella se despedía de “su principal colaborador” como él lo señalaba, y le rogaba que lo despidiera en su nombre de los capataces y operarios más antiguos. En la misiva nombraba a cada uno de ellos, agradeciendo su colaboración y ofreciendo sus servicios “para cuando fueran necesarios”. D´Etigny se retrataba en su real dimensión.
Esa carta la guardo junto a una segunda nota en que, en igual actitud, le ruega a su ex colaborador y amigo, que lo despida de los trabajadores, ya que él se retiraba de la presidencia de la sociedad para dedicarse a sus actividades privadas.
Ambas notas las mantengo, por el contenido de nobleza y gratitud para sus colaboradores y subalternos.
En el valle de Copiapó reside y desarrolla sus actividades el señor Juan D’Etigny. Pensamos que se trata de un nieto del ilustre barón francés de tan connotada conducción del fundo más importante del Huasco.
Jaime Murray O, culto hijo de Kenelm Murray y único nieto de Juan Murray, dejó de existir en Vallenar en julio de 1998. Le sobreviven sus hermanas Carmen de Franco, en Vallenar; en Santiago reside Elena y en Talca, Eliana de Bolívar Rojas.
En importantes empresas relacionadas con la producción de hierros, se desempeña el joven y dinámico contratista, Ian Murray N., bisnieto vallenarino del barón Juan Murray Digby.
Con respecto a los últimos administradores de La Compañía, a D’Etigny, lo sucedió Andrés Yuratuvic, de muy grato recuerdo entre subalternos en general y de igual forma de vallenarinos. Continuaron posteriormente Mauricio Clarke, Alfredo Guzmán, Conrado Prorromant, Roberto Vergara y Carlos Larraín.
A Roberto Vergara, estando en Santiago en los puestos ejecutivos de la empresa, le correspondió ofrecer la Hacienda Compañía, para su expropiación y posterior parcelación, a la Corporación de Reforma Agraria, Cora.
Autor: Kabur Flores
Cuento participante en concurso literario de Caja de Compensación Los Héroes
Me parece muy bien ,gracias amigo por ilustrarnos con esta historia, que es muy interesante. De pequeña veía esa casona y me preguntaba de quien era.
Esto es parte de la historia del huasco,de la cual mi familia formo en gran parte en tareas agricola y ferrocarril.
Estimado Ibar, mucho me interesa conversar sobre el tema de nuestro querido valle, favor indicarme donde te puedo ubicar para éste tema. Saludos.-
Mis padres hablan mucho de Ñuble y Rupanco… ojala pudieran escribir más sobre eso… 😊
Contrariamente a lo mencionado en el párrafo que se refiere a la estancia «La Higuera de las Minillas», David Montt Julio no era dueño único de dicha estancia y la vendió el año 1903 en virtud de un poder notarial que le extendió a Hernando Urrutia, en desmedro del mejor interés de los hijos menores de edad de su hermano José Miguel Montt Julio y Virginia Tagle, ambos ya fallecidos en 1903. El caso estuvo judicialmente radicado en el Tercer Juzgado Civil de Santiago, duró varios años y llegó incluso a la Corte Suprema según registra la Revista de Derecho, Jurisprudencia y Ciencias Sociales de diciembre de 1926.
Un excelente y motivacional raconto de lo que realmente se convirtió en el granero de la tercera región. Motivacional por el hecho de que la historia nos muestra ;de cómo surgió un trozo de Chile a punta de pala y Picota.
Esta historia de:Norte,ñeque y esfuerzo ;también nos demuestra el titanico esfuerzo que se logra con la buena voluntad, bien guiada por hombres simples y visionarios.
Este tema es parte de la historia de un Vallenar, que ha dado muchos hijos brillantes a la Patria. Además debe ser tema histórico de los colegios de la región..
Usando el lema :Un pueblo sin historia, es un pueblo sin memoria