Durante los últimos 60 años, han desaparecido entre un 50 a un 75% las variedades vegetales alimenticias a nivel mundial. La pérdida de biodiversidad agrícola es uno de los temas sociales, agronómicos, ambientales y culturales más relevantes del último siglo, y en la provincia del Huasco se está trabajando seriamente en esta temática.
En el marco del proyecto “Rescate de la biodiversidad agrícola de la Provincia del Huasco con interés patrimonial y comercial”, tres agricultores de Imperial Bajo y el asesor de ellos, conversaron con “La Estrella del Huasco” para difundir el gran trabajo que están realizando. Ernesto Ordenes, ingeniero agrónomo y asesor de las comunidades diaguitas, señaló que en la parcela demostrativa ubicada en el sector, están realizando este proceso de rescate y recuperación de semillas, de las que muchas están en proceso de desaparición y extinción. “Hemos traído muchas variedades, con la idea de rescatarlas para que vuelvan a los campos y platos de Chile”, mencionó.
“Tenemos por ejemplo, nueve variedades de tomates, como el tomate limachino, rumpo, el tomate lira, el corazón de buey, el tenka, el rosado; que tienen más de 100 años y han tenido un muy buen comportamiento y rendimiento, pese a las condiciones climáticas como la escasez de agua y el fuerte sol”, dijo el profesional.
AGRICULTORES
Los agricultores de la zona, son parte fundamental del proyecto y Ricardo Rivera, guardador de semillas señaló que “esta es una muy buena obra. Estas semillas están desapareciendo y servirán para rescatar y reencontrase con la semilla antigua, la que da productos más sabrosos y más naturales”.
Por su parte, Carlos Castillo, otro de los agricultores dijo que “había mucha variedad perdida y nosotros estamos reproduciendo. Lo ideal es que los otros compañeros sepan cuidarlas”.
Eleazar Rivera, cuidador de semillas, expresó que a veces las condiciones son complejas, pues tiene una acción y media de agua, para 6 hectáreas de siembra. “Yo estoy guardando hace mucho tiempo. Produzco y guardo”manifestó el agricultor.
El proyecto es llevado a cabo por la comunidad diaguita del valle del Huasco y se centra en el trabajo con las variedades locales de la provincia, las cuales se han adaptado eficientemente a condiciones como vientos fuertes, radiaciones solares, heladas y principalmente bajo una sequía constante. Entre las especies protegidas se pueden mencionar la palta, la pera, el camote y el ají cristal, entre otras. Este plan se inició en agosto de 2013 y es financiado con recursos del sector privado a través de la empresa minera Teck.
Fuente: La Estrella del Huasco
Foto: Hilda Valdivia
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