No, no es cierto que la opción Rechazo se haya convertido en una marejada arrolladora e invencible que en cuatro meses más retornará a este país a ese orden que tanto añoran, no pocos nostálgicos de la Constitución trucha y siniestra del tirano; y también otra buena parte de primos cercanos de los anteriores, quienes administraron un modelo político-económico por 30 años, inequívocamente injusto y tramposo que hizo crisis en octubre de 2019.

Ese octubre no fue ni será en vano, absolutamente, más aún cuando costó vidas, muchos daños oculares y detenciones sumarias que hasta hoy se prolongan. No hay que olvidarse nunca de quienes, literalmente, pusieron el pecho a las balas para que hoy pudiésemos hablar de un nuevo Chile, independientemente de los errores y/o contratiempos  experimentados durante este último tiempo.

Ese minuto histórico dio paso a un proceso constituyente, en donde un plebiscito de entrada le dio una paliza electoral a los sectores conservadores del Rechazo: 80 a 20 fue la pateadura, y posteriormente la elección de convencionales constituyentes redujo la eternamente sobrerrepresentada derecha, a todo nivel, agrupándola en una bancada minúscula pero dueña de odiosas prácticas de tergiversación, obstrucción y vil victimización.

¿Alguien se acuerda del tonito de aquella primera campaña del Rechazo? Pues bien, su estética era muy similar a esos videos caseros de ejecución de opositores que promovía el grupo terrorista ISIS… y el discurso utilizado era que poco menos que el mismísimo infierno vendría a instalar una sucursal a Chile, para sembrar el caos y la destrucción si es que llegaba a ganar la opción Apruebo.

Al parecer esos mismos productores, seguramente amantes de películas como El Conjuro, Chucky el Muñeco Diabólico y El Regreso de la Abuelita de Chucky (Además de Rambo I, II, III, IV… uuuffff eran de verdad horribles) asesoraron la campaña presidencial de Kast, en donde la burda amenaza alienígena-zombi-marxista pondría a arder Chile por sus cuatro costados si es que un imperdonablemente inexperto Boricllegaba a La Moneda… y la paliza volvió a repetirse en segunda vuelta para desesperación del conservadurismo chilensis.

Pero no aprenden. Recordemos que desde su mismísimo inicio el trabajo constituyente fue saboteado por el Gobierno empresarial de Piñera, con medidas tan ridículas como no proveer del equipamiento mínimo para el trabajo de las y los convencionales. Y la siguiente trabafue, como era previsible, poner en marcha otra vez la campaña de desestabilización a través de los medios de comunicación nacionales, promoviendo la desconfianza popular hacia las y los constituyentes; y luego el franco desprestigio, invisibilizando de paso mañosamente una discusión de fondo y estructural que Chile no había vivido nunca antes.Entonces, los medios reciclaron la vieja receta, ensayada durante la era de la farándula: hablar de personas y no de ideas. 

Entonces, otra ensalada de fake news, chimuchina y cahuín baratopa’los regalones…

Pues bien, ahora basta leer cualquier periódico o sintonizar una radio para darse cuenta que el discurso de Chucky se ha tomado, otra vez, la agenda mediática del gran empresariado nacional. Esta semana fue el turno de las corporaciones mineras, quienes muy coordinadas han manifestado su rechazo más absoluto que la nueva Constitución pretenda tocarles un gramo a las ventajosas concesiones mediante las cuales se han llevado medio Chile, pagando una bicoca en impuestos y dejando un pasivo ambiental para siempre en territorios empobrecidos. Y la amenaza, dirigida estratégicamente al “viejo” del norte, es que simplemente nos revolcaremos en la miseria más nefasta si es que a las pobres mineras no les queda más que levantar sus faenas y llevárselas a otra parte del mundo donde nadie les moleste como acá. 

Incluso Chucky hace unos días se atrevió a señalar que los maléficos constituyentes estaban planeando terminar con la pequeña minería, para así agudizar el hambre y la desolación en las comunas históricamente mineras… uuffff

A cuatro meses del plebiscito de salida resulta un imperativo desenmascarar y denunciar esta ya añeja y desabrida campaña del terror, puesta de nuevo en marcha con mucha insistencia, y muchas lucas, para impedir que Chile cambie para siempre. Nos queda también confiar, en ese viejo sabio llamado Pueblo, que en los grandes y trascendentales momentos de este país, sabe ubicarse en el lado correcto de la historia, con valor y sin dejarse embaucar por los promotores del apocalipsis… ¡Chucky abúrrete!… ¡seguiremos informando!