A poco más de un mes de que se conociera la investigación que la Fiscalía Sur inició por el caso de una presunta red de corrupción detectada en la Brigada Investigadora del Crimen Organizado (Brico) de la Policía de Investigaciones, ayer dos de los detectives indagados fueron detenidos.
Se trata de los policías Jorge Heager y Giovanni Sepúlveda, ex segundo jefe de una de las unidades de elite de la PDI, encargada de desarticular organizaciones criminales ligadas al tráfico de armas y drogas. Ambos comenzaron a ser indagados, junto a otros policías, a raíz de un asalto ocurrido el 15 de mayo de 2011 a la casa de cambios Láser, en el centro de Santiago, donde una banda robó $ 260 millones.
Detectives de la Brico recuperaron parte del botín y detuvieron a los presuntos autores del atraco. Las evidencias y el dinero recuperados se enviaron a la Fiscalía Sur, donde se instaló la sospecha de que los billetes eran falsos. La adulteración se confirmó con peritajes realizados por el Laboratorio de Criminalística de la PDI. Luego, uno de los asaltantes detenidos acusó a los policías de quedarse con parte del botín, lo que fue rechazado por los detectives al ser interrogados.
La Fiscalía de Puente Alto inició la indagatoria debido a que los autores del robo secuestraron en esa comuna al cajero de la casa de cambios. Y sostiene que cuentan con evidencias que acreditarían la responsabilidad y, por ello, imputará a los policías por los delitos de cohecho, solicitar dinero a cambio de omitir pruebas contra los sospechosos, hacer desaparecer proyectiles y dinero en medio de las diligencias del caso, falsear un parte policial y poner en circulación billetes falsos.
Los detectives fueron trasladados de la Brico a Vallenar y Traiguén en junio de 2011 y actualmente estaban suspendidos. Ayer, ambos fueron interrogados en el Departamento Quinto de Asuntos Internos de la PDI, donde estuvieron presentes el jefe de la Fiscalía Metropolitana Sur, Raúl Guzmán, y el fiscal jefe de Puente Alto, Pablo Sabaj. Durante esta diligencia se espera que los policías, que no han sido dados de baja, sean sometidos a un control de detención.
La investigación interna de la policía ya había determinado el traslado de ocho policías de la Brico. Una arista paralela, que también se investiga al interior de la PDI, son los supuestos vínculos familiares que tendría uno de los policías investigados por la institución con un narcotraficante de la Octava Región, con el que habría tenido contacto.
Fuente: La Tercera
