Aún existe tristeza y desazón en la comunidad religiosa del Huasco, luego de conocer la información de que el Hogar de Acogida para enfermos de las Hermanas del Buen Samaritano, que se pretendía construir con dineros entregados por la empresa minera Barrick, no se concretará debido a la oposición de grupos ambientalistas y sociales, y por una decisión de la Diócesis de Atacama.
Este semanario conversó con el obispo de Atacama, Gaspar Quintana, en su visita por la fiesta del Carmen, señalando que “es un tema doloroso para mí y para el obispo de Talca, ya que de común acuerdo tomamos la decisión de recibir ese tipo de ayuda por varias razones, entre ellas, por el comportamiento de la empresa y se ve que es mucho mejor buscar otros medios, y ahora debemos conversar con las autoridades regionales”.
Quintana señaló que el recibir el dinero no correspondía, “porque hay problemas que tienen que ver con problemas ecológicos y del común de la gente, y muchas razones que la opinión pública conoce”.
Dijo que esta decisión que se tomó “fue las más aconsejable, y ellas, las hermanas, en fidelidad a la iglesia y a sus pastores, se vieron en la necesidad de renunciar al dinero y aceptar la voluntad de la iglesia, buscando otros caminos para lograr concretar la obra”.
Consultado sobre si la Diócesis de Copiapó ayudaría en esta obra, Quintana dijo que la Iglesia de Atacama no está económicamente en condiciones de ayudar, pero “las autoridades de la región y los fondos especiales podrían atender a esta necesidad. Son 800 millones de pesos y no es tanto, con todo este auge económico de las mineras, no creo que se inconveniente”.
Quintana finalmente destacó el sentido de iglesia de las religiosas ante la situación.
Fuente: La Estrella del Huasco
Foto: Gentileza Hilda Valdivia Ardiles, HVA Comunicaciones