El primer quinquenio de la década de los ochenta del siglo pasado fue testigo del surgimiento en su máximo esplendor del básquetbol femenino de Vallenar, al amparo del trabajo desarrollado por la dupla de técnicos capitalinos Dagoberto Cereceda y su esposa Cecilia González, quienes fueron contratados para tal efecto por el Club Deportivo Algarrobo de Quinta Valle.
Cada domingo se vivía una verdadera fiesta en el rectángulo del estadio techado “Jorge Zepeda Zumarán” con el desarrollo de la competencia femenina que agrupaba a los diversos clubes representativos de respectivasfaenas de la empresa minera.
Entre los ilustres nombres que conformaban la estela de prodigiosas exponentes del baloncesto de aquellos años se encontraban muy buenasjugadoras, como Flavia Sanguinetti, Soledad Ahumada, Leda Morales, Jenny Franco, Mónica Peña, Erica Valera, Dániza Alquinta y Fanny Ivy, entre toda una pléyade que, utilizando un concepto actual, bien podríamos calificar como la “generación dorada” del básquetbol femenino de Vallenar.
En esta ocasión, destacaremos someramente el caso de Fanny IvyVega, alumna egresada del Liceo Santa Marta, criada en el barrio Matadero de Vallenar y hermana de Milton Ivy, arquero de Deportes La Serena también a comienzos de la década de los ochenta.
“A mí me formaron don Dago y doña Cecilia, ellos fueron como mis segundos padres y el estadio de Algarrobo era mi segunda casa. Fueron un siete, ellos nos formaron con una disciplina muy estricta que nos sirvió para el resto de la vida”, recuerda con nostalgia.
Toda su experiencia deportiva la transmitió a las nuevas generaciones estudiantiles como monitora de básquetbol de la Escuela N° 2, gracias a la invitación que le hizo la profesora María Nieves. “Para eso tuve que hacer unos cursos de capacitación muy buenos que se realizaron en Copiapó, porque de nada sirve que una haya sido muy buena jugadora si es que no tiene la pedagogía necesaria para enseñar”, precisó sobre esta experiencia vivida entre 2003 y 2012.
Sin perjuicio de lo anterior, paralelamente, desde el 2002 Fanny empezó a defender al equipo de apoderadas de la Escuela de Deportes, bajo la dirección de la entrenadora Judith Mercado. El 2007 su equipo se coronó campeona de la competencia cesteril local.
“Fue una linda etapa de mi vida compartir con las apoderadas, diría que fue una maravilla. Era un equipo muy solidario dirigido por la profesora Derlinda Lemus”.
Debido a problemas en una de sus rodillas, Fanny se vio obligada a dejar la práctica del básquetbol alrededor de 2017 y, a partir de entonces, se dedicó a la práctica de la zumba y el aerobox, especialidades que posteriormente difundió como monitora.
Su testimonio final sobre los años dorados que vivió jugando básquetbol en Quinta Valle: “Fue una época muy hermosa de mi vida, estaba recién egresada del Liceo, esperábamos con ansias cada domingo porque era una competencia muy reñida, pero todas éramos grandes amigas, siempre leales en la cancha, muchas de cuyas amistades conservo hasta ahora”.